En las pruebas de Fórmula E en Valencia el pasado octubre, un incendio en el garaje del proveedor de baterías provocó una suspensión y el aplazamiento del programa, así como preocupaciones potenciales sobre la seguridad de las baterías.
Mientras tanto, la FIA y el fabricante de componentes – WAE, antiguo Williams Advanced Engineering – concluyeron que solo la batería que se incendió mostraba los mismos signos de defecto, por lo que las pruebas pudieron reanudarse sin más incidentes.
Lucas di Grassi fue uno de los pilotos en la pista y, en declaraciones a Motorsport.com, aseguró que el problema no motiva ninguna preocupación: ‘Estuve muy tranquilo sobre lo que ocurrió, para ser honesto. Creo que Fórmula E tener un incendio de batería en diez años de existencia es increíble. Es mucho mejor que cualquier campeonato de motores de combustión haya tenido en el pasado, incluida la Fórmula 1. Así que no creo que sea un problema en absoluto tener un evento como este. La reacción de Fórmula E fue fantástica. En 20 minutos todo había terminado, todos fueron evacuados, el fuego fue contenido, no se propagó. […]. Me sentí 100 por ciento seguro dentro del coche conduciendo, sabiendo lo que había pasado antes, y estaba conduciendo el coche con total seguridad en los siguientes dos días’.