Rick Hendrick se enorgullece del exitoso regreso final de su equipo en la carrera Cook Out 400 en Martinsville. Esta carrera marcó un momento significativo para Hendrick Motorsports, ya que lograron un final 1-2-3 en el fin de semana que celebraba el 40 aniversario de su primera victoria en la Copa en 1984. Esta victoria fue crucial para el equipo, ya que les ayudó a superar dificultades financieras y allanó el camino para su dominio en el deporte.
En la última reanudación, Chase Elliott emergió como el ganador, superando a sus compañeros de equipo William Byron y Larson. Esta intensa batalla por la victoria creó una sensación de ansiedad para el propietario del equipo, Rick Hendrick, que no pudo asistir a la carrera debido a problemas médicos. Temía que algo catastrófico pudiera sucederle a sus tres pilotos mientras luchaban por la victoria.
Al discutir la victoria con la prensa el lunes, Hendrick expresó su alivio de que Elliott y Byron compitieran uno contra el otro con intensidad, pero de manera justa. Admitió que verlos competir lo ponía nervioso, ya que se preocupaba por posibles accidentes que pudieran involucrar a Larson. Afortunadamente, el trío demostró una carrera limpia, mostrando el espíritu deportivo esperado de ellos.
Además de la victoria, Hendrick encontró alegría en celebrar con su familia. Su esposa Linda, su hija Lynn, su yerno y sus nietos Henry y Kate estaban presentes en su casa para celebrar esta victoria histórica. Este logro sirve como testimonio de las inversiones de tiempo y dinero que Hendrick ha realizado en el deporte, e indica que hay hitos más significativos en el horizonte. La forma actual del equipo sugiere que están preparados para el éxito, y esperan ganar un campeonato en la era Next-Gen, potencialmente en 2024.