Los resultados de la clasificación para el Gran Premio de China de Fórmula 1 han sido objeto de controversia, ya que la protesta de Aston Martin contra la decisión de permitir que el piloto de Ferrari, Carlos Sainz, continuara compitiendo después de su accidente, fue rechazada. Aston Martin argumentó que las acciones de Sainz violaron las regulaciones deportivas de la F1, específicamente el Artículo 39.6, que establece que cualquier coche que «se detenga en la pista durante la clasificación» no debe ser permitido continuar. Sin embargo, tras una audiencia detallada, los comisarios concluyeron que la regla no se había aplicado consistentemente en el pasado y que el control de la carrera tenía la discrecionalidad de determinar la duración de la interrupción. El caso de Aston Martin también se basó en un mensaje del control de la carrera, pero los comisarios determinaron que el lenguaje utilizado no transmitía lo que Aston Martin sugirió. Al final, Sainz y Ferrari mantendrán su posición en la parrilla en séptimo lugar para la carrera, y Aston Martin no recuperará su tarifa de protesta.
