Aleix Espargaro, el piloto más antiguo de la parrilla, cree que la reducción de la capacidad del motor llevará a cambios significativos. Él argumenta que las pistas actuales no están preparadas para el rendimiento de las motos y que se debe encontrar un compromiso para mejorar el espectáculo para los espectadores. Otros pilotos, como Alex Márquez y Miguel Oliveira, expresan decepción con las regulaciones de aerodinámica, creyendo que no van lo suficientemente lejos para limitar la fuerza descendente. Jack Miller incluso sugiere una prohibición total de apéndices aerodinámicos, ya que los considera estéticamente desagradables. Luca Marini cree que estas restricciones diferenciarán aún más a los fabricantes según su capacidad para optimizar la aerodinámica.
Los pilotos generalmente reciben bien la eliminación de los dispositivos de ajuste de altura, ya que esto les otorga más control y permite más variación en las salidas. Augusto Fernández cree que este cambio, combinado con una reducción en los efectos aerodinámicos, permitirá a los pilotos conducir con más libertad. Maverick Viñales piensa que esto favorecerá a los pilotos más técnicos y cambiará el estilo de conducción. Algunos pilotos, como Alex Márquez, cuestionan si el ajuste de altura podría haberse mantenido como una ayuda para los adelantamientos.
La decisión de proporcionar datos de GPS a todos los equipos ha recibido reacciones mixtas. La MotoGP afirma que esto aumentará la seguridad y brindará a los aficionados más información. Sin embargo, Jack Miller discrepa enérgicamente, argumentando que la belleza del deporte radica en el trabajo de adivinación y en obtener ventaja sobre los competidores.
El cambio a motores de 850cc generalmente recibe comentarios positivos, con pilotos como Miller expresando entusiasmo por el sonido de las motos. Sin embargo, Miguel Oliveira habría preferido mantener motores de 1000cc y considera que el cambio a 850cc y el uso de combustible 100% sostenible son costosos e innecesarios.
En última instancia, existe una diferencia filosófica entre los pilotos en cuanto a la dirección de la MotoGP. Algunos, como Fabio Di Giannantonio, aprecian los avances tecnológicos y el estado actual del deporte, incluso si esto ha afectado la calidad de las carreras. Las regulaciones de 2027 se perciben como un retroceso para abordar este problema y potencialmente llevar a batallas más reñidas en la pista.