NASCAR ha estado haciendo esfuerzos para atraer fabricantes de automóviles adicionales al deporte durante mucho tiempo. Actualmente, Chevrolet, Ford y Toyota son los únicos fabricantes de motores originales involucrados en la NASCAR. A pesar de la entrada de Toyota en 2004, ningún otro fabricante se ha unido al deporte. Las regulaciones técnicas a menudo dificultan estos esfuerzos, pero la introducción de los autos Next-Gen en 2022 está comenzando a dar resultados positivos.
Hay informes de posibles nuevos fabricantes, como Honda y Hyundai, mostrando interés en la NASCAR. Sin embargo, aún no ha habido negociaciones concretas. Recientemente, el vicepresidente senior de NASCAR discutió el futuro del deporte con autos híbridos y las razones por las cuales algunas marcas están dudando en unirse.
Según él, el auto Next-Gen representa una gran oportunidad para la mayoría de los fabricantes. Sin embargo, consideran insostenible producir un motor V8 de árbol de levas en cabeza específicamente para la NASCAR, lo que se convierte en un punto de quiebre. Para abordar esta preocupación, NASCAR está explorando plataformas alternativas para satisfacer las demandas de los motores de los fabricantes.
Elton Sawyer, al discutir los desafíos, destacó la entrada de Toyota en el deporte y los esfuerzos que realizaron. Él enfatizó que Toyota Racing Development (TRD) llegó al punto de crear motores específicamente para la NASCAR, lo cual merece reconocimiento considerando la reticencia de los nuevos fabricantes a hacer lo mismo.
Cuando nuevos fabricantes ingresan a la NASCAR, tanto el deporte como los OEM existentes deben elaborar nuevos planes de desarrollo para mejorar la experiencia general. Es crucial asegurar que estos planes no perjudiquen las inversiones realizadas por los OEM actuales en la NASCAR.