El caos estalló en la Escuela Secundaria Walter Reed en Los Ángeles cuando 17 estudiantes fueron atendidos tras consumir una sustancia desconocida, lo que generó temores de posibles sobredosis. La sustancia, que los estudiantes supuestamente ingirieron en forma de ositos de goma, sigue bajo investigación.
El Capitán del Departamento de Bomberos Erik Scott confirmó que, aunque se descartó el fentanilo—una gran preocupación en California—, la naturaleza exacta de la sustancia sigue siendo desconocida. Los primeros en responder atendieron a los estudiantes en el lugar, con dos de ellos llevados al hospital, aunque se espera que todos se recuperen por completo.
En una declaración, el Director Paul De Bonis enfatizó la importancia de la vigilancia: “Animamos a todos a seguir el mensaje del Distrito: si ves algo, di algo.” Con recursos de salud mental ahora disponibles, los funcionarios de la escuela están instando a los padres a educar a sus hijos sobre los peligros de las drogas, especialmente a la luz de la batalla de California contra las muertes por opioides en jóvenes.
Este incidente sirve como un llamado de atención para la comunidad, recordando a todos que las conversaciones sobre la seguridad de las drogas deben comenzar en casa.