El sistema anti-contaminación – AdBlue es consistentemente la primera razón de quejas en el sector automotriz en Portugal. El último informe de Portal da Queixa reveló que hasta octubre, el número de quejas registró un aumento del 48.3%, en comparación con el mismo período en 2022, pero la razón principal de la queja se mantuvo.
El líquido AdBlue, una solución acuosa de urea (32.5% de urea pura, 67.5% de agua desmineralizada), que necesita ser rellenado regularmente, en un tanque dedicado para este fluido, cuya boquilla de llenado se puede encontrar debajo de la tapa del tanque de combustible, en el maletero o en el compartimento del motor, dependiendo del automóvil.
Se utiliza para reducir las emisiones de CO2, facilitando el cumplimiento de las normas anti-contaminación actuales. Después de la combustión, cuando entra en contacto con los gases, el líquido AdBlue promueve una reacción química, cuyo resultado es la transformación de parte de los óxidos de nitrógeno en vapor de agua y nitrógeno.
¿Dónde está el problema?
AdBlue no es un aditivo de combustible, es un líquido adicional para su uso en coches diésel que requiere recargas regulares. No requiere mantenimiento, sino asistencia. Por esta razón, los técnicos de Euromaster recomiendan que se revise el sistema en cada inspección general del vehículo, según el número de años o kilómetros recorridos. «AdBlue es muy propenso a cristalizarse, lo que puede llevar a bloqueos y mal funcionamiento de la bomba misma. Este proceso resulta en una avería del vehículo que puede costar entre 800 y 1,200 euros, dependiendo del modelo,» advierte la empresa especializada en mantenimiento de automóviles, enfatizando el aumento en el número de vehículos que ingresan a los talleres debido a este problema y otros relacionados con los sistemas de anti-contaminación.
El vehículo no arrancará sin AdBlue
Todos los vehículos equipados con AdBlue tienen una alerta de kilometraje para la próxima recarga, y de hecho, comprobar el nivel de este tanque es tan importante como el nivel de gasolina: si el líquido se agota, el vehículo puede llegar al destino, pero no arrancará nuevamente hasta que se recargue.
La mayoría de los vehículos emiten advertencias previas sobre el nivel de AdBlue, y cuando está bajo, se enciende la luz de advertencia de fallo del motor. Dependiendo de la marca y el modelo, AdBlue debe recargarse cada 10,000 a 20,000 kilómetros.