Alemania está presionando a la Unión Europea para asegurar que la industria automotriz no sea penalizada por no cumplir con los límites de emisiones de carbono en 2025, evitando así multas que podrían ascender a miles de millones de euros.
El canciller alemán Olaf Scholz ha declarado ahora que la Unión Europea no debería imponer multas, sino facilitar una transición más razonable y pragmática hacia la movilidad eléctrica.
“El dinero debería quedarse con las empresas para la modernización de la industria misma y los negocios,” dijo Scholz en declaraciones a los periodistas.
Cabe destacar que, según las regulaciones de la Unión Europea (UE), las emisiones promedio de CO2 de los nuevos automóviles de pasajeros registrados en la UE deben ser un 15% más bajas para 2025 y un 35% más bajas para 2030 en comparación con los límites de emisión válidos en 2021.
No obstante, la industria automotriz reconoce que es poco probable que se logre el objetivo propuesto para 2025 dado el declive en la demanda de vehículos eléctricos.
Esta posición ya ha llevado al vicecanciller alemán y ministro de Acción Climática, Robert Habeck, a apoyar a las empresas que consideran que las regulaciones de la UE son bastante estrictas y a dejar claro que está abierto a suspender temporalmente las multas en 2025 si las empresas pueden compensar los objetivos de CO2 excedidos en 2026 y 2027.