Un ataque con drones de Hezbollah ha dejado cuatro jóvenes soldados israelíes muertos y 60 heridos en un ataque a un comedor abarrotado en una base militar israelí cerca de Binyamina. Los sargentos Omri Tamari, Yosef Hieb, Yoav Agmon y Alon Amitay, todos de 19 años, fueron asesinados en el asalto, el más mortífero de Hezbollah desde que Israel lanzó una operación terrestre en Líbano a principios de este mes.
El enjambre de drones golpeó la base alrededor de las 7 p.m., aparentemente sorprendiendo a los soldados mientras penetraba las defensas aéreas de Israel. Informes locales describen caos en la escena, con un sobreviviente relatando cómo “no había forma de escapar.” Hezbollah afirmó que el ataque fue una “represalia” por los recientes bombardeos israelíes en Beirut, que dejaron 22 muertos.
Este ataque ha escalado las tensiones a lo largo de la frontera Israel-Líbano, con Hezbollah amenazando con más ataques si Israel continúa sus acciones militares. En respuesta, el Ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, prometió no permitir que Hezbollah se restablezca a lo largo de la frontera y se comprometió a realizar más ataques contra los sitios de almacenamiento de armas y los centros de comando de Hezbollah.
Estados Unidos ha prometido defensas aéreas adicionales para ayudar a Israel contra estas amenazas de drones y misiles, ya que Israel enfrenta confrontaciones intensificadas con Hezbollah respaldado por Irán en Líbano y Hamas en Gaza. Las fuerzas israelíes han estado atacando activamente los bastiones militantes, con el objetivo de debilitar las operaciones de Hezbollah y desmantelar sus centros de comando en Líbano.
Mientras tanto, Irán ha advertido que responderá si Israel ataca sus intereses, afirmando que “no tiene líneas rojas” al defenderse. La situación sigue siendo altamente volátil mientras Israel se prepara para posibles ataques a objetivos iraníes tras las recientes escaladas.