El Audi RS 3 es el modelo más potente de su gama y la puerta de entrada al mundo de Audi Sport. Con la actualización de la actual generación, se ha vuelto aún más deportivo, gracias en parte a una configuración de chasis optimizada.
Cuando Audi utilizó por primera vez el divisor de par en el RS 3 en 2021, el coche deportivo compacto elevó su dinámica a un nuevo nivel. En combinación con el motor de cinco cilindros turboalimentado, que entrega 400 hp y 500 Nm de par, el piloto de desarrollo y competición de Audi Sport, Frank Stippler, igualó el entonces récord de vuelta en la clase de modelos compactos en el Nürburgring-Nordschleife, completando su mejor vuelta en 7:33.123 minutos.
Tres años después y tras mucho desarrollo tecnológico, la hazaña se ha repetido. Con datos de rendimiento similares del potente motor 2.5 TFSI, el Audi RS 3 vuelve a demostrar ser el modelo compacto más rápido en la pista en Eifel, superando en más de siete segundos al modelo de 2021.
“El divisor de par, con su distribución de par totalmente variable entre las ruedas traseras, nos ha permitido alcanzar un nuevo nivel de dinámica en las curvas. Fue un factor revolucionario,” dijo Marvin Schwätter, Gerente de Proyecto Técnico del RS 3. “Identificamos potencial de mejora y ajustamos meticulosamente el modelo actual. Como resultado, el RS 3 es ahora aún más ágil y rinde mejor en las curvas.”
De esta manera, el RS 3 evita el subviraje y aborda las curvas de manera más enérgica gracias a los nuevos ajustes – incluyendo el vectorizado de par de frenos – lo que significa que mientras el divisor de par proporciona torque a la rueda trasera en el exterior de la curva, las ruedas interiores son ligeramente frenadas.
Gracias a estas intervenciones de frenado medidas, el RS 3 sigue la trayectoria de la curva con mayor precisión que antes y se posiciona mejor y más temprano en el vértice de la curva, permitiendo al conductor acelerar antes y alcanzar una mayor velocidad al salir de la curva.
Audi aclara que esta agilidad más controlada y anticipativa es posible gracias a un algoritmo mejorado que permite que los sistemas de control del chasis se comuniquen entre sí de manera más precisa. Las dos unidades de control del distribuidor de par, el control electrónico de estabilidad, la distribución de frenos (es decir, control selectivo de par en cada rueda), y los amortiguadores adaptativos de la suspensión deportiva RS responden aún más sensible a cada situación de conducción – siempre dependiendo del modo de conducción seleccionado en Audi drive select. La interacción de estos sistemas también garantiza una mayor estabilidad, por ejemplo, en condiciones de lluvia o nieve.