En respuesta a las crecientes tensiones regionales, Australia ha anunciado un aumento importante en su producción de misiles y capacidades de defensa tras la reciente prueba de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de China en el Pacífico Sur. El Ministro de Defensa australiano, Pat Conroy, describió la región de Asia-Pacífico como entrando en una “era de misiles”, donde las capacidades de misiles son cada vez más vitales no solo para la defensa, sino como disuasivos contra amenazas regionales.
“El entorno de seguridad de Australia está definido por la competencia estratégica entre Estados Unidos y China, que es más aguda aquí en el Indo-Pacífico,” declaró Conroy, dirigiéndose al Club Nacional de Prensa en Canberra. Subrayó la importancia de construir capacidades de ataque de largo alcance para asegurar la autosuficiencia de Australia en defensa.
Creciente Arsenal de Misiles con Aliados Globales
Australia está colaborando con aliados, incluidos Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, para asegurar la estabilidad en el Indo-Pacífico y reducir la vulnerabilidad ante posibles adversarios. El Ministro de Defensa, Richard Marles, enfatizó que la producción nacional de armamento avanzado de Australia es crucial en esta nueva era y reveló un “plan” para fabricar misiles dentro de Australia.
Con esta iniciativa, la flota de destructores de la Armada australiana pronto estará equipada con misiles SM-6 para mejorar su defensa contra misiles balísticos. El país firmó recientemente un contrato de 4.58 mil millones de dólares (7 mil millones AUD) con EE. UU. para misiles SM-2 IIIC y Raytheon SM-6, marcando un paso significativo en la mejora de las capacidades de defensa naval y aérea.
Producción Local Estratégica para Disuadir Adversarios
Además de las compras, Australia establecerá un centro de producción local para Sistemas de Cohetes de Lanzamiento Múltiple Guiados (GMLRS) con Lockheed Martin. La instalación de 206 millones de dólares (316 millones AUD), que se espera que esté operativa para 2029, producirá hasta 4,000 unidades anuales, lo que representa una cuarta parte de la producción global actual y proporcionará una línea de defensa sostenible para Australia y sus aliados.
Además, las instalaciones australianas comenzarán a producir municiones de artillería de 155 mm M795 en asociación con Thales de Francia en una planta de municiones de propiedad gubernamental en Victoria, capaz de aumentar la producción a 100,000 proyectiles anuales para 2028. Kongsberg Defence de Noruega también fabricará misiles Naval Strike y Joint Strike en Newcastle, convirtiendo a Australia en un centro de municiones de alta demanda en la región.
Inversión Masiva para una Nueva Era en Defensa
Australia ha asignado 49 mil millones de dólares (74 mil millones AUD) para la adquisición de misiles e infraestructura de defensa durante la próxima década. Más allá de nuevas armamentos, los fondos tienen como objetivo reducir la dependencia de las cadenas de suministro internacionales, asegurando la continuidad frente a las interrupciones globales en la cadena de suministro y reforzando la postura de defensa a largo plazo de Australia.
“Debemos mostrar a los posibles adversarios que los actos hostiles contra Australia no tendrían éxito y no podrían ser sostenidos,” afirmó Conroy, reafirmando el compromiso del gobierno con una defensa autosuficiente. Esta inversión a gran escala se considera una declaración audaz del papel de Australia en la seguridad regional y su preparación para un futuro estratégico.
A medida que Australia toma medidas sin precedentes para fortalecer su defensa, ¿transformarán estas nuevas capacidades la dinámica de seguridad del Indo-Pacífico, o es esto simplemente el inicio de una carrera armamentista más profunda en la región?
Las fuentes de este artículo incluyen declaraciones del Ministro de Defensa australiano Pat Conroy y anuncios recientes del gobierno sobre iniciativas de defensa.