Bank of America ha liderado silenciosamente el cierre de sucursales en EE. UU. este año, cerrando 132 ubicaciones entre enero y septiembre de 2024, más que cualquier otro banco importante. A medida que los gigantes bancarios continúan optimizando sus operaciones, más de 700 sucursales en todo el país han sido cerradas hasta ahora, obligando a miles de clientes a viajar más lejos para servicios en persona.
Mientras Bank of America insiste en que muchos de los cierres implican la consolidación de sucursales cercanas, esta rápida reducción señala una tendencia mayor hacia la banca móvil y en línea, con estudios que revelan que dos tercios de los ancianos ahora prefieren la banca digital. A pesar de este cambio, los clientes todavía dependen de las sucursales físicas para servicios esenciales como depósitos en efectivo y asesoramiento en persona, lo que resalta la tensión entre conveniencia y accesibilidad. Con los cierres de sucursales en camino de superar 1,000 para fin de año, los expertos advierten que la banca tradicional podría estar desvaneciéndose rápidamente.