En una impactante entrevista en The Sun “Never Mind the Ballots,” el ex Primer Ministro Boris Johnson lanzó su pista más clara hasta ahora sobre un regreso político, admitiendo que aún mantiene ambiciones por el No. 10. Expresando su pesar por la oportunidad perdida de continuar su liderazgo, Johnson citó el consejo de la difunta Reina Isabel: “Solo involúcrate en estas cosas si crees que podrías ser útil.”
Reflexionando sobre su tumultuosa salida, Johnson reveló que fue sorprendido por los diputados conservadores que “nunca pensó que harían algo tan tonto.” Expresó frustración por su falta de apoyo, insistiendo en que él era el hombre para llevar a los conservadores a la victoria con recortes de impuestos y una estrategia de vivienda agresiva. “Creo que podría haber ganado el argumento con el público,” dijo, notando su descontento al ver la campaña de su sucesor Rishi Sunak y acusando a Sunak de estar “capturado por el Tesoro.”
Los comentarios de Johnson no solo se centraron en el pasado. Apuntó contra el liderazgo laborista bajo Keir Starmer, acusándolo de «aumentar los impuestos y ceder a las demandas de los sindicatos,» mientras no lograba presentar una agenda sólida. En una crítica mordaz a las recientes controversias sobre “regalos gratuitos,” Johnson cuestionó la inclinación del líder laborista por los regalos costosos, preguntando: “¿Cómo puede seguir usando esas gafas?”
Aunque Johnson admitió que su manejo de los diputados contribuyó a su caída, culpó a la pandemia por limitar las conexiones cara a cara con los parlamentarios, quienes, dijo, estaban abrumados por ataques en redes sociales. Comparando su enfoque como Alcalde de Londres, Johnson dijo que erróneamente creyó que su mandato por sí solo aseguraría su permanencia como Primer Ministro.
Con sus memorias Desatado en las estanterías, los pensamientos de Johnson sobre el Tesoro, Sunak y su propio mandato reflejan a un líder que no está listo para abandonar el escenario político. El ex primer ministro, ahora libre de su cargo, parece estar preparado para seguir siendo una figura en la política británica, insinuando que algún día podría regresar para “terminar lo que comenzamos.”