Bronny James, recién salido de anotar sus primeros puntos en la NBA, se convirtió en el blanco de las críticas del periodista Jason Whitlock, quien recurrió a las redes sociales para lanzar un dardo a la hazaña del joven de 20 años. Después de que Bronny hiciera su debut en la NBA con los Lakers en Cleveland, llevándose la red del Rocket Mortgage Fieldhouse como recuerdo, Whitlock se burló del gesto, comparándolo con un momento de ‘Make-a-Wish’, y llamó a James un “niño Make-a-Swish.” Incluso trajo la política a la conversación, comparando a Bronny con el candidato a vicepresidente demócrata Tim Walz en un ataque relacionado con el apoyo de Whitlock a Donald Trump.
Para Bronny, el momento estaba destinado a ser un hito. Seleccionado en el puesto 55 por los Lakers, pisó la cancha en su ciudad natal de Akron, Ohio, donde la multitud lo recibió con una ovación de pie cuando ingresó al juego en los últimos minutos del cuarto cuarto. Registró 2 puntos, 2 asistencias y un robo, mostrando parte de la promesa defensiva que ha llamado la atención de los cazatalentos.
Si bien es común que los novatos se lleven el balón del juego después de anotar sus primeros puntos en la NBA, la red generalmente se reserva para los campeonatos—un detalle en el que Whitlock se centró para su crítica. La burla de Whitlock desató una locura en las redes sociales, con aficionados defendiendo a Bronny y señalando que el recuerdo simplemente marcaba un hito especial para el joven jugador.
LeBron James, padre de Bronny y uno de los grandes del juego, ha sido vocal sobre la inmensa presión que enfrenta su hijo. LeBron, quien ha apoyado durante mucho tiempo el camino de Bronny hacia el baloncesto profesional, reconoció los desafíos únicos que conlleva llevar el apellido James, diciendo después del juego: “La presión es algo con lo que ha lidiado toda su vida. Estoy orgulloso de él por afrontarlo con calma.”
El debut de Bronny en Cleveland fue un momento de círculo completo, y a pesar de las críticas, el joven jugador recibió una cálida acogida en su estado natal. Para la familia James, está claro que esto fue más que solo un juego—fue un paso memorable en el tan esperado viaje de Bronny en la NBA.