Bugatti ha finalizado finalmente las pruebas con el superdeportivo Bolide, un modelo destinado a pistas y que tendrá una producción limitada de 40 unidades, todas ya vendidas.
La marca de Molsheim ya ha revelado que las entregas de las primeras unidades comenzarán pronto, y los clientes podrán disfrutar del superdeportivo equipado con un motor W16 de 8,0 litros capaz de producir impresionantes 1600 CV para mover los 1.450 kg.
El piloto de pruebas de Bugatti, Andy Wallace, ya ha revelado que el rendimiento del Bolide está en un nivel completamente diferente a otros superdeportivos en los que ha estado al volante, pero que es fácil de conducir al límite y que es bastante rápido.
“Cuando nos encontramos ante un automóvil con tanta capacidad de aceleración y tanto downforce, muchas personas no creerían que eso fuera posible. Incluso yo me vi en un estado de incredulidad después de mi primera experiencia conduciendo el Bolide”, reveló Andy Wallace.
La clave para el comportamiento del Bolide en las pistas son las diversas tecnologías implementadas por primera vez en un vehículo Bugatti, así como tecnologías que normalmente no están disponibles en modelos destinados a las pistas, como ABS y ESP.
El Bolide presenta un monocasco avanzado ultraligero hecho de compuesto de fibra de carbono. Desarrollada en colaboración con Dallara, esta estructura innovadora fue diseñada para cumplir con los mismos exigentes requisitos de la competición automovilística
La Bugatti ha dejado claro que el considerable esfuerzo invertido en el programa de desarrollo del Bolide ha valido la pena. Capaz de alcanzar una velocidad máxima de 380 km/h en configuración de bajo downforce, el superdeportivo de la marca francesa, exclusivo para pista, mostró una aptitud en las rectas superior a la de un Fórmula 1, donde el récord de velocidad de todos los tiempos es de 373 km/h. Para el Bolide, el único límite es encontrar rectas lo suficientemente largas para alcanzar los 380 km/h.
“La sensación al salir de una curva, pisar el acelerador y disfrutar de toda la potencia es incomparable. Salir de la curva a 100 km/h, y luego llegar a los 200 km/h y después a los 300 km/h es una revelación absoluta. En ese escenario específico, el Bolide sería capaz de distanciarse de un Fórmula 1.”, añadió Wallace.
«El desarrollo del Bolide fue una dirección nueva, pero familiar para la marca. Su ADN de competición no solo demuestra nuestro compromiso y capacidades inquebrantables en el rendimiento automovilístico de alto nivel, sino también nuestro legado en la competición. Los resultados de este proyecto son una prueba de nuestra capacidad de ingeniería, habilidad artesanal y herencia automovilística – un resultado del cual estamos extremadamente orgullosos», concluyó Emilio Scervo, CTO de Bugatti Rimac.