A medida que Ucrania lucha contra las fuerzas rusas atrincheradas en lo que se ha convertido en un conflicto brutal y cuerpo a cuerpo, el Ejército de EE. UU. cree que puede tener una solución para romper el estancamiento. Basándose en una nueva estrategia de «golpe profundo», el Ejército tiene como objetivo extender el alcance de sus armas de largo alcance para golpear objetivos de alto valor muy detrás de las líneas enemigas, con el objetivo de debilitar las estructuras de mando rusas y las rutas de suministro críticas sin asaltos terrestres pesados y costosos.
La situación en las líneas del frente de Ucrania hoy es drástica. La guerra de trincheras y los duelos de artillería han resultado en bajas asombrosas para ambos lados, a menudo con poco avance territorial. Según un informe reciente de la Asociación del Ejército de EE. UU. (AUSA), la doctrina de golpe profundo del Ejército de EE. UU. podría ayudar a evitar estas batallas brutales y costosas al cambiar el enfoque hacia la incapacidad de las fuerzas rusas en puntos críticos dentro de sus redes de mando y logística.
Golpe Profundo: Un Cambio Radical en las Tácticas
El enfoque de golpe profundo propuesto por el Ejército marca una desviación significativa de la guerra terrestre tradicional. Al utilizar municiones de precisión de largo alcance avanzadas como el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) y los Sistemas de Cohetes de Lanzamiento Múltiple Guiados (GMLRS), los estrategas militares de EE. UU. imaginan un campo de batalla donde los asaltos en la primera línea ya no son la táctica principal. En cambio, el enfoque de golpe profundo tiene como objetivo devastar los depósitos de suministros rusos, los centros de comando y los nodos de infraestructura situados lejos de las líneas del frente, idealmente dejando a los soldados enemigos sin los recursos para continuar combatiendo de manera sostenida.
Una operación que aproveche estas capacidades se centraría en neutralizar rápidamente activos clave en un tiempo limitado. Al atacar infraestructura crítica antes de que las fuerzas rusas puedan responder, las fuerzas ucranianas podrían obligar a las unidades rusas a retirarse o incluso colapsar debido a déficits de suministro y falta de coordinación.
Por qué este enfoque es importante para el campo de batalla de Ucrania
En Ucrania, los asaltos directos por tierra han demostrado ser costosos y a menudo ineficaces, especialmente al enfrentar las defensas en capas de Rusia. Las fuerzas de Moscú están fuertemente atrincheradas, con campos de minas, artillería y defensas aéreas. Estos factores significan que cualquier avance requiere inmensos recursos, a menudo costando a Ucrania tantos recursos como los que gana. Para el Ejército de EE. UU., evitar la trampa de «luchar por cada pie de terreno» es primordial, y las capacidades de ataque profundo podrían lograr ese objetivo, según expertos en defensa.
Esta estrategia también abordaría un problema significativo para las fuerzas armadas de Ucrania: municiones limitadas y un apoyo occidental decreciente para la guerra prolongada. Los proveedores militares occidentales, incluidos los Estados Unidos, han enfrentado cuellos de botella en la producción de proyectiles de artillería y misiles guiados de precisión. Al centrarse en activos clave rusos en lugar de un objetivo generalizado, el enfoque de ataque profundo podría hacer un uso más eficiente de las municiones limitadas, que Ucrania ha luchado por reponer al ritmo requerido para sus operaciones ofensivas.
Desafíos para la implementación del ataque profundo
A pesar de la promesa de la estrategia de ataque profundo, existen desafíos del mundo real para su implementación. Por un lado, las operaciones de ataque profundo probablemente requerirían inteligencia avanzada y datos en tiempo real sobre las posiciones de las tropas rusas y las rutas de suministro. Reunir este nivel de inteligencia en un entorno tan volátil sería un desafío y podría implicar una extensa coordinación con la OTAN y las agencias de inteligencia occidentales.
Además, desplegar misiles de precisión de largo alcance a gran escala es costoso, y el presupuesto de defensa de EE. UU. se ha visto estirado por compromisos no solo en Ucrania, sino también en la preparación para posibles conflictos en el Indo-Pacífico. Altos funcionarios del Ejército de EE. UU. han señalado que mantener capacidades de ataque profundo requeriría planes de adquisición a varios años para municiones como los misiles ATACMS y Patriot, lo que podría tensar aún más una cadena de suministro ya ajustada.
Mirando hacia adelante: ¿Es el Ataque Profundo el Futuro?
Si bien el concepto aún se está probando y refinando, los funcionarios de defensa de EE. UU. son optimistas sobre las estrategias de ataque profundo, que podrían evolucionar la guerra moderna más allá de los campos de batalla que vemos hoy en Ucrania. A medida que los planificadores del Ejército de EE. UU. y sus homólogos ucranianos evalúan estas tácticas, la perspectiva de un método de guerra más eficiente y estratégicamente dirigido podría cambiar drásticamente el equilibrio del conflicto en Ucrania. Y, si tiene éxito, las capacidades de ataque profundo podrían convertirse en una piedra angular de la doctrina militar de EE. UU. para manejar conflictos arraigados a nivel global, evitando batallas prolongadas y reduciendo el alto costo de vidas y recursos.
Ante el aumento de confrontaciones, la estrategia de ataque profundo representa una visión audaz que, si se ejecuta correctamente, podría redefinir el combate en las líneas del frente de Ucrania y ofrecer un mapa para resolver conflictos donde la brutal guerra de trincheras parece ser la única opción.
Las fuentes de este artículo incluyen análisis de Radio Free Europe/Radio Liberty y reportes recientes de la Asociación del Ejército de los EE. UU. (AUSA) sobre estrategias militares e información logística relevante para el conflicto en Ucrania.