Con Jannik Sinner fuera de juego debido a un virus intestinal, Carlos Alcaraz se encuentra como el favorito para reclamar el título de Masters 1000 en París-Bercy. Pero la historia de Alcaraz con este torneo está lejos de ser sencilla. El joven español, que brilla en condiciones al aire libre, ha tenido problemas para encontrar su ritmo en las rápidas canchas interiores de París, donde su juego no ha destacado tanto.
Después de conseguir una dura victoria sobre Nicolas Jarry, Alcaraz enfrenta el desafío de adaptarse a lo que podrían ser las condiciones de cancha interior más rápidas de la última década. Se rumorea que las canchas de París-Bercy son incluso más rápidas que la notoria superficie de Cincinnati, donde Alcaraz tuvo una salida temprana ante Gael Monfils este verano. El propio español reconoció la dificultad, afirmando: “Es un desafío para los espectadores ver intercambios largos en estas superficies. Necesito tiempo para adaptarme, pero me siento bien.”
El joven de 21 años mostró resiliencia en su partido de primera ronda contra Jarry, logrando una victoria en el primer set 7-5 a pesar de algunos errores no forzados al principio. Aparte de algunos nervios, admitió que ganar el primer set fue crucial, ya que le dio un impulso de confianza de cara al segundo, que finalmente ganó con más facilidad. “Estoy realmente feliz de haber superado el primer set,” dijo Alcaraz, “Fue muy importante entrar en el segundo con más confianza.”
El próximo oponente de Alcaraz será ya sea el favorito francés Ugo Humbert o el estadounidense Marcos Giron, pero necesitará mantener su energía en este torneo de ritmo rápido si quiere hacer un recorrido profundo. A pesar de que París-Bercy ha sido históricamente un evento difícil para Alcaraz—no ha ganado partidos consecutivos aquí en los últimos dos años—está en excelente forma en general. Los momentos destacados de su temporada 2024 incluyen dos títulos de Grand Slam, haciendo historia como el jugador más joven en ganar tanto el Abierto de Francia como Wimbledon en el mismo año. También ha reclamado el Masters 1000 de Indian Wells por segunda vez consecutiva y aseguró una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París, un logro destacado a pesar de su desgarradora derrota ante Novak Djokovic en la final.
Después de esa derrota olímpica, la energía de Alcaraz se vio afectada en los torneos de Cincinnati y el Abierto de EE. UU. Sin embargo, se recuperó con una impresionante racha de título ATP 500 en Pekín, donde mostró una forma dominante contra nada menos que Sinner en la final. Sin embargo, tuvo un pequeño tropiezo en Shanghái, cayendo ante Tomas Machac. Poco después, voló a Arabia Saudita para la exhibición Six Kings Slam, generando críticas por su elevado premio en metálico pero ofreciendo actuaciones notables contra Holger Rune, Rafael Nadal, y finalmente perdiendo ante Sinner en la final.
Con Alcaraz completamente enfocado y hambriento por romper su mala racha en París-Bercy, los aficionados están al borde de sus asientos para ver si el joven español finalmente puede conquistar sus demonios en interiores. ¿Será este el año en que supere sus desafíos pasados y solidifique su posición como uno de los jugadores más versátiles del juego? Todos los ojos están puestos en Alcaraz mientras avanza, decidido a cerrar la temporada con estilo.