Las negociaciones en curso entre el PGA Tour y el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita han puesto a prueba la paciencia de los aficionados y los jugadores por igual. Las conversaciones que comenzaron mucho antes del anuncio formal el 6 de junio de 2023, se han prolongado, lo que ha llevado a una notable ola de frustración entre los jugadores. Mientras que el comisionado del PGA Tour, Jay Monahan, ha enfrentado llamados a su renuncia más de una vez, quizás ningún jugador expresó la frustración de manera tan directa como Harry Higgs, quien dejó volar sus sentimientos en el podcast No Laying Up.
Higgs, claramente cansado de correos electrónicos vagos que insinúan cambios potenciales sin ofrecer detalles concretos, no se contuvo: “Si recibo un correo más sobre el progreso que se está haciendo sin ningún detalle, quiero darme de baja,” bromeó Higgs. Agregó que solo quiere ser informado cuando haya decisiones claras, como actualizaciones sobre el tamaño del campo, la elegibilidad o cualquier desarrollo real en el acuerdo con el PIF.
Aunque los detalles siguen siendo confidenciales, los cambios propuestos para el Tour están surgiendo lentamente. Una carta de Camilo Villegas y actualizaciones posteriores indican que, a partir de 2026, el Tour planea varios cambios importantes. Los cambios clave propuestos incluyen reducir el tamaño de los campos para eventos completos a 120-144 jugadores, recortar las ofertas de tarjetas del Korn Ferry Tour de 30 a 20, y introducir nuevas medidas para mejorar el ritmo de juego.
Por el lado de los jugadores, Tiger Woods, Rory McIlroy y Adam Scott están activamente involucrados como parte del Comité de Transacciones de la junta de políticas, un grupo de seis miembros que supervisa las negociaciones con el PIF. A pesar de la frustración de los jugadores, Monahan sostiene que trabajar en un acuerdo tan significativo requiere privacidad y deliberación, lo que explica el silencio de nombres importantes como Woods y McIlroy.
Por ahora, los jugadores del PGA Tour como Higgs tendrán que permanecer pacientes mientras estos cambios monumentales se desarrollan a puertas cerradas—les guste o no.