La carrera de la NASCAR Cup Series en Talladega el domingo pasado ha quedado registrada como uno de los eventos más caóticos y controvertidos en la historia del deporte. Un enorme choque de 28 autos al final de la carrera provocó un alboroto, ya que la gestión de la situación por parte de los oficiales de la carrera ha sido objeto de un intenso escrutinio. Denny Hamlin, tres veces campeón de Daytona 500 y veterano de Joe Gibbs Racing, no se contuvo al criticar la toma de decisiones de NASCAR, especialmente en lo que respecta a la aplicación de la Política de Vehículos Dañados (DVP) y el procedimiento de bandera roja.
Un Final Caótico Bajo Fuego
Hamlin expresó su frustración por lo que consideró una mala gestión por parte de los oficiales de la carrera, afirmando que los relojes de DVP no se implementaron correctamente durante la limpieza del accidente. Según Hamlin, si se hubieran seguido las reglas, varios autos con daños severos deberían haber quedado varias vueltas atrás en lugar de mantenerse competitivos.
«Encuentran formas de reparar estos autos sin perder una vuelta, pero a veces tienes que perder varias vueltas,» explicó Hamlin. «Pero usas todo tu reloj de DVP para arreglar el auto porque sabes que tienes una oportunidad para alcanzar la velocidad mínima.»
Hamlin señaló que algunos equipos estaban manipulando el sistema, sabiendo que no podían reparar adecuadamente sus autos pero intentando completar tantas vueltas como fuera posible para mantener sus posiciones. Señaló que estas indulgencias permitieron a algunos conductores mantenerse injustamente en la vuelta de liderazgo, afectando la legitimidad del resultado de la carrera.
Citando Ejemplos Específicos
Hamlin no dudó en señalar incidentes específicos, mencionando que Chase Elliott había expresado preocupaciones similares. Destacó cómo algunos conductores deberían haber sido penalizados con múltiples vueltas abajo bajo el DVP, pero en su lugar se les permitió circular lentamente por la pista bajo bandera amarilla, evitando consecuencias adicionales.
«Chase Elliott lo mencionó, eso ni siquiera hizo que el reloj del DVP funcionara, que debería haber tenido múltiples vueltas abajo, pero no las tuvieron,» declaró Hamlin. «Y luego tienes a otros que trabajaron en sus autos para evitar perder una vuelta porque estábamos sentados en la Curva 2 sin movernos bajo una condición de bandera amarilla. Este orden, este orden de llegada en Talladega fue una farsa en el mejor de los casos.»
Controversia de la Bandera Roja
El manejo de la bandera roja durante la limpieza del accidente se convirtió en otro punto focal de la crítica de Hamlin. Elton Sawyer, vicepresidente senior de NASCAR, defendió la decisión de levantar la bandera roja temprano, afirmando que tenía la intención de acelerar el proceso. Sin embargo, Hamlin calificó esta explicación de «tonterías», argumentando que solo ralentizaba las cosas al obligar a los equipos de seguridad a trabajar alrededor de los autos que aún estaban en la pista.
«Eso no hace que la limpieza vaya más rápido; eso la hace más lenta,» replicó Hamlin. «Porque mientras estamos rodeando el accidente, estás impidiendo que los vehículos de remolque, los remolques y todo eso se muevan porque tienen que navegar a nuestro alrededor.»
Hamlin enfatizó que la bandera roja debería haber permanecido hasta que la pista estuviera completamente despejada, asegurando una transición más rápida de regreso a las carreras en condiciones seguras.
«Mantengan la bandera roja el tiempo que sea necesario para limpiarlo. De esa manera, cuando vayamos a la amarilla, podemos dar una vuelta, obtener la señal de que queda una vuelta, y vamos a correr. Esa es la forma adecuada de hacerlo,» afirmó.
Las Consecuencias y Lo Que Viene para NASCAR
Los comentarios directos de Hamlin han encendido un debate adicional dentro de la comunidad de NASCAR, con muchos aficionados y analistas de acuerdo en que la toma de decisiones en Talladega fue defectuosa. Los comentarios de Hamlin han puesto a los oficiales de NASCAR bajo el foco, ya que la integridad del final de la carrera ahora está siendo cuestionada.
Si NASCAR quiere mantener su credibilidad, puede que necesite revisar sus procedimientos y asegurarse de que incidentes similares se manejen de manera más consistente en el futuro. Con la crítica aguda de Hamlin ganando tracción, la liga enfrenta una presión creciente para abordar estos problemas y mantener estándares de competencia justa.
Las consecuencias de esta controversia probablemente están lejos de terminar, y el mundo de las carreras estará observando de cerca cómo responde NASCAR en medio de la creciente reacción en contra.