Con solo semanas restantes antes del Día de las Elecciones, la campaña de la Vicepresidenta Kamala Harris enfrenta una tormenta de contratiempos, dejando a su equipo lidiando con un impulso en declive. Enfrentando bajas encuestas en estados clave como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, sus dificultades fueron destacadas en un foro de CNN donde incluso analistas demócratas criticaron sus respuestas como “ensalada de palabras”. Las encuestas recientes también muestran a Donald Trump ganando terreno, especialmente después de su aparición en el popular pódcast de Joe Rogan, que obtuvo millones de vistas en pocas horas.
Los intentos de Harris por ampliar su atractivo, incluyendo mítines en Texas y la formación de alianzas bipartidistas, han hecho poco para reavivar el entusiasmo entre los demócratas, ya que las brechas en las encuestas persisten en estados de batalla cruciales. Los estrategas demócratas advierten que el ambiente se está volviendo sombrío. El veterano estratega David Axelrod señaló sus respuestas evasivas como emblemáticas de una campaña que “está perdiendo el control”, mientras que el alcalde de Nueva York, Eric Adams, criticó su retórica contra Trump, instándola a moderar las comparaciones con fascistas históricos para evitar alienar a votantes potenciales.
Mientras tanto, los demócratas están preocupados de que el dominio de Trump en medios populares y las dificultades de Harris para resonar más allá de la base demócrata puedan poner en peligro los estados decisivos que Biden aseguró en 2020. A medida que los votantes jóvenes e indecisos vacilan, los líderes demócratas están pidiendo una recalibración del mensaje y la plataforma de Harris, con la esperanza de energizar la campaña en un panorama político donde “las vibras” por sí solas pueden no ser suficientes.