Los Jets de Nueva York esperan que las habilidades de McKinley para presionar al mariscal de campo y la ventaja de local puedan ayudar a romper una racha de cinco derrotas consecutivas
Los New York Jets están buscando una chispa mientras se preparan para un crucial enfrentamiento de Thursday Night Football contra los ardientes Houston Texans. Con una desalentadora racha de cinco derrotas consecutivas sobre ellos, los Jets han estado reestructurando activamente su plantilla con la esperanza de inyectar algo de energía muy necesaria. Un movimiento clave podría marcar la diferencia: los Jets han firmado al ex selección de primera ronda de los Atlanta Falcons, Takk McKinley, para su escuadra de prácticas, un potencial cambio de juego para su defensa.
Seleccionado en la posición 26 en el Draft de la NFL de 2017, McKinley mostró una gran promesa en su temporada de novato con Atlanta, acumulando 20 tackles, seis sacks, dos balones sueltos forzados y una recuperación de balón suelto. Desde entonces, ha demostrado su capacidad para interrumpir las ofensivas rivales, alcanzando un récord personal de 29 tackles y 3.5 sacks en 2022. Después de pasar por los Cleveland Browns y Los Angeles Rams, McKinley ahora se une a un equipo de los Jets que busca jugadores impactantes que puedan cambiar el rumbo de su temporada.
El momento de la incorporación de McKinley no podría ser mejor. Los Texans llegan a la noche del jueves con un impresionante récord de 6-2, pero Houston ha estado invicto en casa esta temporada y jugará de visitante en el MetLife Stadium, dando a Nueva York una oportunidad de dar la sorpresa.
Mientras Aaron Rodgers y la ofensiva buscan abrirse camino, la defensa de los Jets intentará frenar el potente ataque de Houston—y las habilidades de McKinley para presionar al mariscal de campo podrían darles una ventaja. Si puede encontrar su forma rápidamente, McKinley podría ser el impulso adicional que Nueva York necesita para mantenerse firme contra un equipo de los Texans acostumbrado a dominar en su propio terreno.
Con todo en juego para los Jets, el partido del jueves se perfila como un enfrentamiento imperdible. Los aficionados esperan que la llegada de McKinley y la ventaja de jugar en casa finalmente traigan una victoria y reaviven la temporada de Nueva York.