El campeón mundial de Fórmula 1 en dos ocasiones, Fernando Alonso, mostró una determinación inquebrantable en el Gran Premio de Brasil, soportando una carrera agotadora solo para honrar a su equipo. Después de un duro accidente en la clasificación, los mecánicos de Aston Martin de Alonso trabajaron incansablemente para tener su AMR24 listo para el día de la carrera, un gesto que no pasó desapercibido para el piloto, quien superó un intenso malestar físico para devolverles su dedicación.
Comenzando en novena posición, Alonso enfrentó lo que él llamó “síndrome de Mercedes”, ya que el violento rebote de su coche reflejaba las luchas de los pilotos de Mercedes, Hamilton y Russell, la temporada pasada. Por radio, expresó el costo que esto le estaba generando, diciéndole a su ingeniero: “Terminaré la carrera por los mecánicos. Hicieron un trabajo increíble hoy. Pero me duele la espalda, hombre. Este rebote no es normal.”
Después de la carrera, Alonso describió la odisea a los reporteros. “Hubo mucho rebote, mucho porpoising en la segunda mitad de la carrera. No sé por qué, pero fue una dura. Estábamos fuera de los puntos, y en cualquier otra circunstancia, me habría detenido. Pero los mecánicos lo habían dado todo, y tenía que terminar por ellos.”
Anticipando una carrera agotadora, Alonso había hecho su mejor esfuerzo para prepararse. “Sabía que sería doloroso,” admitió. “En la preparación para Brasil, trabajé mucho con mi fisioterapeuta y doctores para incluso estar aquí. Se trataba de igualar el esfuerzo que los mecánicos hicieron para tener el coche listo.”
Sin embargo, las luchas de Alonso estaban lejos de ser triviales. Junto con el severo rebote, luchó con un problema de frenos, un inconveniente que, según él, pudo haber causado que su compañero de equipo Lance Stroll se estrellara en la vuelta de formación. “Creo que Lance tuvo el problema de frenos justo al principio, y yo lo sentí después de cada reinicio cuando todo el balance de frenos se trasladó completamente hacia atrás. Se sentía como frenar con un freno de mano.”
Al final, Alonso terminó en 14ª posición, visiblemente agotado por las condiciones de “pesadilla”. A pesar del desgaste físico, su perspectiva se mantuvo desinteresada, comparando su lucha con la devastación de las recientes inundaciones en Valencia, España. “Fue incómodo, pero hay personas que están pasando por cosas mucho peores. Luchar durante unas pocas vueltas era lo menos que podía hacer.”
A medida que Alonso se prepara para las últimas tres carreras, Aston Martin sabe que tiene mucho trabajo por delante. “Necesitamos mejorar para las próximas carreras,” enfatizó Alonso, su compromiso con su equipo no se ha visto disminuido a pesar del día difícil en Interlagos.