Novak Djokovic no solo está apareciendo en Shanghái; está llegando con todas las de la ley. El titán serbio, que no está jugando su mejor tenis actualmente, ha dejado claro: está aquí para ganar.
«Cualquier partido, contra cualquiera, en cualquier lugar, quiero ganar,» proclamó Djokovic, enviando una advertencia contundente a la competencia en el evento ATP Masters 1000.
Claro, su forma reciente no ha sido digna de los titulares. Una salida temprana en el US Open hizo que los críticos murmuran, pero Djokovic silenció a los incrédulos con una sólida victoria inicial contra el incansable joven estadounidense, Alex Michelsen. No fue su actuación más deslumbrante, pero fue suficiente para mostrar su inquebrantable voluntad de triunfar.
Después de un hiato de cinco años en Shanghái, Djokovic está de vuelta, y se está alimentando de la energía electrizante de sus aficionados chinos. «No he estado aquí durante cinco años, y eso me da una motivación extra,» confesó. «El amor y el apoyo que he estado recibiendo es simplemente extraordinario.»
Con cuatro títulos de Shanghái ya en su haber, está apuntando a un quinto para consolidar su legado como la fuerza más dominante del torneo. «La gente espera que siempre gane. Ya estoy acostumbrado a eso,» dijo con la confianza de un campeón experimentado.
La adoración del público chino no le pasa desapercibida. «He estado viniendo a China durante tantos años, pero nunca he experimentado este nivel de apoyo,» se maravilló Djokovic. «China ama el tenis, y ser parte de un gran evento como el Masters de Shanghái es increíble.»
No te equivoques: Novak Djokovic está en una misión. No solo está jugando partidos; está persiguiendo la historia. Y si sus palabras son un indicio, no planea salir de Shanghái sin ese trofeo en mano.