Los enfrentamientos agresivos de Max Verstappen con Lando Norris en el Gran Premio de la Ciudad de México resultaron en dos penalizaciones de 10 segundos, señalando que el campeón reinante había sobrepasado los límites de las reglas de carrera de la Fórmula 1. Los incidentes con Norris ocurrieron en rápida sucesión, empañando la carrera de Verstappen y generando marcados contrastes con sus movimientos controvertidos pero sin penalización contra el piloto de McLaren solo una semana antes en el GP de Estados Unidos.
La primera penalización de Verstappen llegó cuando obligó a Norris a salir de la pista mientras luchaban por la posición, con Norris manteniendo una clara superposición en el vértice de la curva. Esto difirió de Austin, donde los movimientos agresivos de Verstappen en la vuelta de apertura y una maniobra defensiva más tarde en la carrera evitaron por poco una sanción. En Austin, las acciones de Verstappen fueron consideradas dentro de las directrices, beneficiándose de la indulgencia de la vuelta de apertura y las reglas actuales, que le permitieron empujar a Norris fuera de la salida siempre que retomara brevemente la línea de carrera en el vértice.
Sin embargo, en México, Verstappen cruzó la línea dos veces. El primer incidente vio a Norris mantener su posición a través de la curva, solo para que Verstappen lo empujara hacia afuera en la salida. Después de reincorporarse a la pista, Norris dejó pasar a Charles Leclerc de Ferrari debido a su ventaja no intencionada. La segunda penalización de Verstappen llegó poco después cuando respondió con un arriesgado ataque por dentro, empujando a Norris fuera y saliéndose él mismo de la pista.
Las penalizaciones destacan las sutiles pero significativas diferencias en las interpretaciones de las reglas de carrera entre las dos carreras, sumando a los llamados de los pilotos y equipos para revisar las directrices sobre forzar a los rivales fuera de la pista. Los pilotos expresaron frustración en México, creyendo que las reglas actuales crean inconsistencias en la supervisión de incidentes en pista.
Las penalizaciones de Verstappen reflejan que sus acciones en México fueron más allá de lo que permiten las reglas, marcando la línea entre la carrera dura y el exceso. Con directrices revisadas potencialmente en camino, las acciones de Verstappen podrían convertirse en un ejemplo definitorio de los límites en los adelantamientos y la defensa agresiva, mientras la Fórmula 1 busca aclarar sus reglas y asegurar un juego limpio.