Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos para estrangular las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de Rusia en un intento por aumentar la presión sobre los ingresos energéticos de Moscú, reveló un alto funcionario el 22 de octubre. Jeffrey Pyatt, Subsecretario de Estado para Recursos Energéticos, enfatizó que la administración Biden continuará «apretando las tuercas» sobre el GNL ruso, tras las sanciones impuestas al Arctic LNG 2 el año pasado.
Aunque proyectos clave de GNL rusos como Yamal y Portovaya no están sancionados, Pyatt advirtió que Washington está vigilando de cerca las exportaciones energéticas rusas. Dirigirse al GNL podría llevar a recortes en el suministro global y al aumento de precios, pero Pyatt subrayó la importancia de reducir los ingresos energéticos de Rusia. La represión se produce mientras informes sugieren que Moscú está expandiendo su «flota fantasma» de petroleros para evadir sanciones.
A medida que Estados Unidos continúa su campaña de presión, la pregunta que queda es: ¿Cuánto tiempo más puede Rusia mantener a flote su línea de vida energética?