En un movimiento audaz para reducir la violencia en aumento en Sudán, el Tesoro de EE. UU. ha sancionado a Mirghani Idris Suleiman, el jefe de adquisiciones de las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) y director del Sistema de Industrias de Defensa de Sudán (DIS). Suleiman, el presunto cerebro detrás de los acuerdos de armas que han intensificado el conflicto de la SAF con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), ahora enfrenta sanciones por “perpetuar la violencia” y obstaculizar los esfuerzos de paz.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) citó el papel de Suleiman en la obtención de drones iraníes y en la intermediación de un acuerdo de puerto ruso por armas, lo que ha permitido a la SAF extender su control militar en una guerra que ya ha desgarrado a Sudán. “Las acciones de Suleiman dejan claro su compromiso con la brutalidad en lugar de la diplomacia”, dijo Bradley T. Smith, Subsecretario Interino de Terrorismo e Inteligencia Financiera. “No nos quedaremos de brazos cruzados mientras fluyen armas hacia un conflicto que está devastando a millones.”
Esta es la última de una serie de sanciones destinadas a detener a las facciones en guerra de Sudán. Justo este mes, la OFAC apuntó a Algoney Hamdan Dagalo Musa, el director de adquisiciones de la RSF, por canalizar armas hacia la RSF, el grupo liderado por su hermano, Mohamed Hamdan ‘Hemedti’ Dagalo.
Desde el estallido de las hostilidades en abril de 2023, millones han huido, y el conflicto se ha convertido en una crisis internacional. Las alianzas estratégicas de DIS con Rusia e Irán no solo han fortalecido a la SAF, sino que han prolongado la devastación de una nación al borde del colapso. A medida que Sudán se adentra más en el caos, EE. UU. espera que estas medidas envíen un mensaje fuerte: aquellos que se benefician de la guerra y la inestabilidad enfrentarán repercusiones globales.