El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky podría estar al borde de un gran avance, ya que Hungría y Eslovaquia supuestamente están presionando para finalizar un nuevo acuerdo de gas con Azerbaiyán que podría dejar de lado la energía rusa en Europa. Según Bloomberg, el acuerdo podría asegurar que Ucrania siga siendo una parte crucial de la ruta de tránsito de gas de Europa, mientras que Rusia se vería excluida como proveedor del continente.
Hungría y Eslovaquia, típicamente cercanas a Moscú debido a los lazos entre el presidente ruso Vladimir Putin y sus líderes—el primer ministro húngaro Viktor Orbán y el primer ministro eslovaco Robert Fico—están buscando una fuente de gas confiable ya que el actual acuerdo de tránsito ruso-ucraniano está programado para expirar a finales de este año. Para Zelensky, este desarrollo representa una ventaja geopolítica significativa, debilitando potencialmente la influencia de Rusia sobre las necesidades energéticas de Europa y su influencia financiera en la región.
El monopolio de Rusia sobre el transporte de gas a Europa podría estar en peligro si el acuerdo con Azerbaiyán avanza según lo planeado. El contrato propuesto vería a Azerbaiyán proporcionar de 12 a 14 mil millones de metros cúbicos de gas natural anualmente a Hungría y Eslovaquia a través de gasoductos existentes, que actualmente sirven a las exportaciones rusas a través del territorio ucraniano.
A pesar de sus posturas pro-rusas, tanto Fico como Orbán parecen reconocer que reducir la dependencia de Rusia podría ser necesario para la estabilidad energética. Fico ha argumentado repetidamente en contra de los esfuerzos bélicos de Ucrania, afirmando que “Ucrania no puede ganar”, mientras que Orbán se ha opuesto consistentemente al apoyo financiero de la UE para Ucrania, intentando notablemente bloquear la ayuda europea en enero. Sin embargo, su disposición a entrar en un acuerdo con Azerbaiyán destaca un cambio pragmático que podría complicar la estrategia de Moscú.
Este contrato puede incluir un “acuerdo de intercambio”, lo que permitiría a Moscú y Bakú equilibrar la limitada capacidad de exportación de Azerbaiyán con las demandas del mercado. Sin embargo, la empresa energética eslovaca SPP indicó que, aunque las discusiones están en curso, los informes sobre un acuerdo finalizado siguen siendo prematuros.
Las fuentes de este artículo incluyen: Bloomberg, Newsweek