La FIA ha confirmado una actualización significativa en su liderazgo con el nombramiento del español Alberto Villarreal como su nuevo director general. Reportando directamente al presidente de la FIA, Ben Sulayem, y al presidente del Senado, Carmelo Sanz de Barros, se espera que el rol de Villarreal «aporte liderazgo a la Administración de la FIA», mientras la organización reestructura su equipo ejecutivo.
Villarreal reemplaza efectivamente a Natalie Robyn, la primera CEO de la FIA, quien salió en mayo tras un mandato de 18 meses. Su partida marca otro capítulo en una ola de salidas de altos ejecutivos que han levantado cejas dentro de la comunidad del automovilismo. Desde entonces, la FIA ha simplificado el rol, con el objetivo de estabilizar una administración que ha visto una alta rotación.
La salida de Robyn sigue a la de varias otras figuras de alto perfil. Desde diciembre, la FIA ha despedido al director deportivo Steve Nielsen, al director técnico de monoplazas Tim Goss, y a la jefa de la comisión de mujeres, Deborah Mayer. Estas salidas se vieron agravadas por la partida del director de comunicaciones, el secretario general de movilidad, el jefe de asuntos legales comerciales y el director de gobernanza y regulación.
Sumándose a la reestructuración de la gestión, la italiana Alessandra Malhame se ha unido a la organización como la directora senior de recursos humanos, señalando esfuerzos adicionales para estabilizar y reconstruir las funciones centrales de la administración.
El presidente de la FIA, Ben Sulayem, quien ha estado al mando desde finales de 2021 y se espera que busque un segundo mandato, ha sido una figura polarizadora. El ex piloto de rally ha hecho titulares por sus enfrentamientos con Liberty Media, los titulares de los derechos comerciales de la Fórmula Uno, y por su postura franca sobre varios temas que involucran a los pilotos. A pesar de su declaración a principios de 2023 sobre dar un paso atrás en la participación diaria en la F1, Sulayem ha permanecido activo, criticando recientemente a los pilotos por su uso de lenguaje grosero, notablemente ordenando a Max Verstappen de Red Bull realizar servicio comunitario por maldecir en una conferencia de prensa durante el Gran Premio de Singapur.
El manifiesto de Sulayem prometió inicialmente el nombramiento de un CEO para garantizar una operación cohesiva e integrada dentro de la FIA, junto con un marco de gobernanza revisado. Con el nombramiento de Villarreal y la continua reestructuración, queda por ver si estos cambios estabilizarán la organización o si el carrusel de liderazgo persistirá.