En una llamada desconcertante que dejó a fanáticos y analistas zumbando, el entrenador de los Minnesota Timberwolves, Chris Finch, sentó a Rudy Gobert—el actual Jugador Defensivo del Año—durante una posesión final crucial contra el Miami Heat. La sorprendente decisión llevó a una derrota por un punto, en el último segundo (94-95) en el Target Center, con Gobert mirando desde la línea lateral mientras Nikola Jovic encestaba una bandeja y cometía una falta para poner a Miami arriba por uno con solo unos segundos restantes.
Gobert, conocido por su destreza defensiva y que generalmente es el recurso principal de los Timberwolves en momentos de alta presión, estaba visiblemente frustrado por la decisión de Finch. Después del partido, el cuatro veces DPOY se abrió sobre su decepción con un aire de profesionalismo: “Por supuesto. Quiero decir, soy bastante bueno en ese aspecto de la cancha. Vivo para esos momentos. Eso es lo que mejor hago. Estaba frustrado, por supuesto, pero decisiones.”
El colapso defensivo planteó preguntas sobre la decisión de Finch de confiar en Nickeil Alexander-Walker en lugar de Gobert, quien probablemente podría haber alterado o incluso bloqueado el intento de bandeja de Jovic. Con los Timberwolves arriba por dos y el Heat presionando para empatar, la elección de Finch de mantener a Gobert fuera de la cancha pareció salir mal, dejando a los fanáticos preguntándose qué podría haber sido.
Pero en una muestra de gracia, Gobert no dejó que su frustración se desbordara. Reconociendo que no fue solo una jugada la que llevó a la derrota de los Wolves, añadió: “Todos recuerdan la última jugada, pero creo que nosotros como equipo recordamos los últimos minutos… ninguno de nosotros es perfecto, amigo.”
La reciente historia del gran hombre en momentos decisivos, especialmente en los playoffs, puede haber influido en la decisión de Finch. Durante la serie de playoffs de la temporada pasada, Gobert enfrentó duras críticas por su defensa contra la estrella de los Denver Nuggets, Nikola Jokić, quien logró explotar la habitual dominancia defensiva de Gobert, sacándolo de posición y superándolo en el aro. A pesar de los elogios, Gobert ha enfrentado un creciente escrutinio sobre su efectividad en los momentos finales, una reputación que Finch pareció tener en cuenta en su arriesgada decisión contra Miami.
Por ahora, la reacción de Gobert al ser sentado resalta los desafíos que enfrentan los Timberwolves mientras buscan consistencia y química, particularmente en momentos críticos. Si bien Gobert podría haber aceptado la decisión de Finch con cierta gracia, su competitividad es clara—y los aficionados se quedan preguntándose si Finch confiará en su defensor estrella la próxima vez que el juego esté en la línea.