La reciente decisión de Iga Swiatek de asociarse con el entrenador belga Wim Fissette ha generado una tormenta en el mundo del tenis, atrayendo críticas contundentes de nada menos que el exentrenador de Serena Williams, quien cuestionó el historial de Fissette. En una declaración incendiaria, destacó una tendencia preocupante en el tenis, donde ciertos entrenadores parecen «fracasar hacia arriba» y asegurar posiciones de alto perfil a pesar de resultados irregulares.
“El hecho de que estos hombres fracasen hacia arriba me hace reír,” dijo el exentrenador, refiriéndose a la reciente historia de Fissette de asociaciones de entrenamiento de alto riesgo que terminaron abruptamente. Conocido por su trabajo con estrellas de primer nivel como Naomi Osaka y Angelique Kerber, los métodos de Fissette y sus relaciones a veces transitorias con los jugadores han provocado controversia en los últimos años. Mientras que los seguidores de Fissette argumentan que su experiencia ha sido fundamental para moldear a múltiples campeones de Grand Slam, los críticos afirman que su estilo de entrenamiento puede no proporcionar a Swiatek la estabilidad necesaria para alcanzar su máximo potencial.
A medida que Swiatek busca elevar su juego aún más bajo la guía de Fissette, la comunidad tenística queda dividida: ¿Ayudará esta asociación a impulsar a la exnúmero uno del mundo a nuevas alturas, o se convertirá en otro capítulo fugaz en la impredecible carrera de entrenador de Fissette? En un deporte donde la consistencia es clave, la elección de Swiatek podría determinar si asciende aún más o enfrenta nuevos obstáculos en su camino hacia la grandeza.