El ex presidente Donald Trump volvió a ser noticia, esta vez como el invitado especial en Bussin’ with the Boys con los anfitriones Will Compton y Taylor Lewan. Conocido por su apoyo de mucho tiempo al fútbol de Alabama, Trump sorprendió a los aficionados al cambiar su elogio a los Nebraska Cornhuskers, entregando un emotivo tributo al ex entrenador en jefe Tom Osborne, a quien llamó “un entrenador silencioso” que llevó al equipo a la gloria. Trump incluso hizo una referencia al actual entrenador Matt Rhule, añadiendo, “Ahora tienen a Matt Rhule”, lo que suscitó preguntas sobre si ha encontrado un nuevo equipo favorito o si hay más en esta historia.
Trump, una cara frecuente en las gradas de Alabama, ha apoyado durante mucho tiempo la gloria del fútbol de Bama, a menudo utilizando juegos de alto perfil como un escenario. Su aparición en septiembre en el Estadio Bryant-Denny durante un partido de Georgia-Bama fue recibida con reacciones mixtas, ya que algunos aficionados vieron su presencia como más campaña que camaradería. Pero sus recientes comentarios en Bussin’ with the Boys parecían centrar su atención en Nebraska. Cuando Compton preguntó si “Hacer América Grande Otra Vez” incluía un título nacional de los Huskers, Trump respondió en broma, “Sabes que amo a Nebraska. Gente genial, gané en el estado por 20 puntos.”
Mientras el cambio de Trump de la afición por Bama a la de los Huskers ha llevado a los aficionados a cuestionar sus motivos, su nostalgia por el éxito discreto de Osborne se sintió genuina. Elogió el récord de Osborne—255-49-3, la sexta mayor cantidad de victorias en la historia del fútbol universitario—como algo verdaderamente especial, señalando la humildad de Osborne como una característica destacada. Sin embargo, el momento del giro de Trump hacia Nebraska, con las elecciones a la vista, ha hecho que algunos aficionados sean escépticos. ¿Podría esta nueva persona de “aficionado a los Huskers” ser un intento de ganar apoyo en el Medio Oeste?
Entonces, ¿es el saludo de Trump a Nebraska y al entrenador Rhule una señal de auténtico fanatismo o una campaña estratégica? Los aficionados están debatiendo, pero una cosa es segura: Trump sabe cómo generar emoción dentro y fuera del campo.