En un sorprendente caso judicial que se desarrolla en Washington, Ryan Lizza ha alegado que su ex prometida, la periodista Olivia Nuzzi, estaba en una relación “tóxica” con Robert F. Kennedy Jr., afirmando que RFK Jr. envió mensajes expresando su deseo de “poseer”, “controlar” e incluso “embarazarla”. Esta acusación surge mientras Lizza niega enérgicamente las alegaciones de chantaje, tras las afirmaciones de Nuzzi de que él hackeó sus dispositivos para acceder a información personal y la utilizó en su contra.
Lizza, de 50 años, declaró que descubrió la relación cuando Nuzzi se confió a él sobre su relación con RFK Jr., un candidato presidencial casado de 70 años que ella describió como un “adicto al sexo” y manipulador emocional. Lizza sostiene que nunca hackeó los dispositivos de Nuzzi, sino que se enteró de los detalles de la relación directamente de ella. Ha calificado las afirmaciones de chantaje de Nuzzi como una “mentira vergonzosa” e insiste en que nunca la amenazó, diciendo: “Nunca haría nada para lastimarla.”
Mientras tanto, Nuzzi, escritora para New York Magazine, ha acusado a Lizza de robar sus dispositivos y amenazar con hacer pública información privada, supuestamente para presionarla a volver a una relación. Ella afirma que las acciones de Lizza incluyeron hacerse pasar por un “operativo anónimo de campaña” para difundir la historia y sabotear su reputación. Nuzzi, quien ha admitido haber intercambiado mensajes personales con RFK Jr., ahora enfrenta reacciones en su contra, ya que New York Magazine la ha puesto en licencia a la espera de una revisión por parte de terceros.
RFK Jr., quien niega cualquier involucramiento romántico, ha permanecido en silencio sobre el asunto públicamente, mientras su esposa Cheryl Hines lo apoya en medio de la controversia. Las relaciones enredadas y las amargas acusaciones han atraído una intensa atención pública, especialmente con el proyecto de libro previamente planeado por Nuzzi y Lizza sobre las elecciones de 2020, que se ha detenido indefinidamente en medio de esta tormenta de acusaciones.
Tanto Nuzzi como Lizza continúan luchando en los tribunales por una orden de no contacto, y con el potencial testimonio de testigos y más revelaciones en el horizonte, este escándalo se ha convertido en un drama de alto riesgo que captura la atención nacional. Mientras la esposa de RFK Jr. lo apoya a través de las repercusiones legales, Nuzzi y Lizza se ven obligados a lidiar con consecuencias legales, profesionales y personales en lo que puede convertirse en una de las sagas más escandalosas de Washington.