El exentrenador de béisbol de Alabama, Brad Bohannon, ha sido sancionado con una penalización de 15 años por parte de la NCAA tras su implicación en un escándalo de apuestas. Este escándalo llevó a Bohannon a perder su empleo. La penalización significa que cualquier programa interesado en contratarlo debe proporcionar una razón convincente para hacerlo. Incluso si un programa logra justificar su contratación, Bohannon estará prohibido de participar en las primeras cinco temporadas después de su nombramiento. Alabama también ha enfrentado sanciones, incluyendo tres años de libertad condicional y una multa de $5,000. La escuela también está obligada a contratar una firma para educar a los estudiantes-atletas, entrenadores y personal sobre las apuestas.
El escándalo en sí es bastante serio, ya que podría haber tenido un impacto perjudicial en la integridad del juego. Sin embargo, las circunstancias que rodean la caída de Bohannon son bastante cómicas. Todo comenzó cuando Bohannon envió un mensaje de texto a un apostador llamado Bert Neff, informándole que un jugador clave, referido como HAMMER, no jugaría en un partido contra LSU. Neff entonces se apresuró a la MGM Sportsbook para realizar una apuesta de $100,000 en LSU antes de que se hiciera pública la noticia y las líneas de apuestas cambiaran.
Desafortunadamente para Bohannon, el personal de la casa de apuestas encontró sospechosa la gran apuesta en un partido de béisbol universitario. Como resultado, limitaron la apuesta de Neff a $15,000. Esta decisión no fue bien recibida por el cómplice de Bohannon. El apostador intentó realizar apuestas adicionales para el partido Alabama vs. LSU, pero el personal se negó debido a la actividad sospechosa. Los hallazgos de la NCAA revelaron que el apostador era insistente y hacía declaraciones afirmando que la apuesta estaba garantizada para ganar. En última instancia, Neff compartió los mensajes de Bohannon con el personal de la casa de apuestas, exponiendo el esquema.
Esta situación entera muestra un comportamiento verdaderamente tonto. Tanto Bohannon como Neff ahora enfrentan consecuencias significativas. Neff enfrenta actualmente cargos por destruir evidencia, manipular testigos y proporcionar declaraciones falsas al FBI. Es un recordatorio contundente de la importancia de seleccionar cuidadosamente a los cómplices y asegurarse de que se pueda confiar en ellos.