En un inquietante cambio, el grupo neonazi conocido como The Base ha trasladado sus esfuerzos de reclutamiento a internet ruso, capitalizando el entorno no regulado que permite la proliferación de contenido extremista. A medida que las plataformas occidentales intensifican sus esfuerzos para combatir el discurso de odio y la desinformación, The Base ha recurrido a sitios de propiedad rusa como Rutube y VK para difundir su propaganda y atraer nuevos miembros, reflejando una tendencia más amplia entre los extremistas de extrema derecha que buscan refugio de la desplatformización en Occidente.
Un reciente video de propaganda presenta a miembros enmascarados discutiendo tácticas para una insurgencia imaginaria contra el gobierno de EE. UU., enfatizando la necesidad de armamento superior y estrategias para la guerra moderna. Este contenido no está alojado en plataformas familiares como YouTube, sino en alternativas rusas menos conocidas, un movimiento estratégico que subraya los esfuerzos continuos del grupo para evadir el escrutinio mientras explota el caos del clima político actual.
La migración de The Base a plataformas rusas coincide con las advertencias de las agencias de inteligencia occidentales sobre el papel del Kremlin en fomentar el extremismo de extrema derecha como parte de una estrategia más amplia para sembrar la discordia en Occidente. Los analistas han señalado que el líder del grupo, Rinaldo Nazzaro, quien ha estado viviendo en Rusia, puede haber cultivado lazos con los servicios de seguridad rusos, lo que plantea preguntas sobre sus motivos y el posible apoyo del Kremlin a sus actividades.
A medida que The Base ha enfrentado una creciente presión de las fuerzas del orden en Europa y América del Norte, su cambio operativo hacia Rusia parece ser calculado. «Ven a Rusia como un entorno operativo amistoso donde pueden reclutar sin miedo a interrupciones», dijo Steven Rai del Instituto para el Diálogo Estratégico. Esta alarmante tendencia destaca cómo los grupos extremistas se adaptan a sus circunstancias, utilizando plataformas patrocinadas por el estado para mantener sus agendas.
Las implicaciones de esta migración son significativas. A medida que The Base adopta plataformas rusas, no solo mejora su seguridad operativa, sino que también potencialmente accede a una audiencia más amplia de individuos descontentos atraídos por su ideología extremista. Clara Broekaert del Centro Soufan enfatizó que este cambio es probablemente un intento de eludir el escrutinio de EE. UU. mientras aumenta la actividad a medida que se acercan las elecciones en EE. UU.
Con el telón de fondo de las crecientes tensiones políticas y una atmósfera divisiva, la capacidad de grupos extremistas como The Base para encontrar refugio en el ciberespacio ruso plantea preguntas urgentes sobre la intersección de la tecnología, la influencia extranjera y el extremismo doméstico. A medida que buscan explotar vulnerabilidades en el panorama actual, la amenaza que representan estos grupos sigue siendo omnipresente, exigiendo atención vigilante tanto de las fuerzas del orden como de la sociedad civil. Las actividades de The Base sirven como un recordatorio contundente de los desafíos continuos que plantea el extremismo de extrema derecha y la necesidad de estrategias integrales para combatirlo.