Los ataques aéreos de Israel sobre sitios militares iraníes, dirigidos a instalaciones de defensa cerca de Teherán, han puesto al Medio Oriente en alerta. Condenando el ataque, Hamás lo calificó como una “violación de la soberanía”, mientras que Turquía advirtió que las acciones de Israel han «llevado a la región al borde de una guerra mayor.» Irán afirma que solo hubo daños menores y promete una “respuesta proporcional”, aunque no se dieron detalles específicos. Con el apoyo de EE. UU., pero con precaución al atacar sitios nucleares, Israel llevó a cabo los ataques en “estrecha coordinación” con Washington.
A medida que aumentan las ansiedades, naciones desde Arabia Saudita hasta Egipto han expresado su preocupación, temiendo que esta escalada pueda derivar en conflictos más grandes. Se anticipa el próximo movimiento de Irán, mientras que Israel se mantiene preparado, advirtiendo que cualquier acto de represalia “tendrá un alto costo”.