A medida que Kamala Harris apela a los polacoamericanos en Pennsylvania para que voten en contra de Donald Trump al resaltar los peligros de una amenaza rusa para Polonia, su mensaje puede estar fallando en su objetivo. Muchos polacoamericanos con los que habló POLITICO siguen enfocados en las luchas económicas en casa en lugar de en la invasión rusa de Ucrania. Con Trump posicionándose como el candidato que “terminaría la guerra” y pondría “a América primero”, ha resonado entre los votantes en Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, donde las raíces polacas son profundas.
En Dupont, Pennsylvania, miembros del Polish American Citizens Club expresaron escepticismo sobre el mensaje de Harris, enfatizando que la identidad americana y las presiones económicas locales eclipsan las preocupaciones sobre una guerra a miles de millas de distancia. “Todo el mundo quiere ir a trabajar, ganar dinero, volver a casa, disfrutar de sus familias”, dijo John Kuna, un miembro de la junta del club. El costo económico de la inflación, junto con miles de millones de dólares enviados a Ucrania, ha dejado a muchos sintiendo que Washington está desconectado.
El enfoque de Trump en los valores cristianos y su promesa de estabilidad en los asuntos internacionales resuena con esta demografía. En el Pulaski Club en Hazle Township, el gerente Emil Osif, un polacoamericano, expresó su apoyo a Trump, diciendo: “Tenemos muchas más cosas de qué preocuparnos aquí.” Con las generaciones más jóvenes sintiéndose menos conectadas a su herencia polaca, muchos están priorizando las preocupaciones internas sobre la política exterior.
A medida que se acerca la elección, Harris enfrenta el desafío de conectar con votantes que, a pesar de sus advertencias, se mantienen firmes en sus prioridades económicas y son escépticos de los enredos extranjeros.