La saga en torno al rendimiento inconsistente de Daniel Ricciardo durante su tiempo en McLaren ha vuelto a desatar el debate, esta vez entre Christian Horner de Red Bull y el ingeniero de carrera de McLaren, Tom Stallard. Horner afirmó recientemente que Ricciardo «adquirió malos hábitos» durante su etapa de dos temporadas con McLaren, un período en el que el australiano luchó por encontrar la forma que una vez lo convirtió en un piloto de Fórmula 1 de primer nivel.
Después de dejar Red Bull en 2018 y de breves períodos con Renault, Ricciardo se unió a McLaren en 2021, trayendo esperanzas de que su experiencia y tenacidad ayudarían al equipo a regresar a la parte delantera de la parrilla. Sin embargo, a pesar de conseguir una única y espectacular victoria en Monza, el tiempo de Ricciardo en McLaren estuvo marcado por la inconsistencia, culminando en una salida temprana a finales de 2022.
Al regresar a AlphaTauri (ahora VCARB) en 2023, Horner apuntó a McLaren, afirmando que Ricciardo había desarrollado hábitos perjudiciales que impactaron su rendimiento. Según Horner, las luchas de Ricciardo con la configuración del coche de McLaren lo dejaron desalineado con los estándares competitivos de Red Bull.
Sin embargo, el ingeniero de carrera de McLaren, Tom Stallard, se opuso firmemente a estas afirmaciones. Stallard argumentó que Ricciardo no estaba conduciendo mal, sino que la configuración única del coche de McLaren requería técnicas precisas que eran difíciles de dominar para el piloto de 35 años.
“No estoy de acuerdo,» afirmó Stallard con firmeza. «Diría en realidad que Daniel estaba conduciendo el coche de manera muy normal, y si acaso, nuestro coche requería algunas acciones bastante específicas, principalmente en la fase de entrada de la curva, a las que le costó adaptarse porque requieren un tiempo muy, muy preciso por parte del piloto.”
Stallard destacó la complejidad del coche de McLaren, particularmente las exigencias que imponía a Ricciardo para ejecutar movimientos precisos y bien cronometrados durante la entrada a las curvas. Estas sutilezas chocaban con el estilo de conducción habitual de Ricciardo, lo que llevó a sus dificultades de rendimiento. No obstante, Stallard enfatizó que Ricciardo no adoptó malos hábitos, sino que enfrentó dificultades para adaptarse a los requisitos de conducción distintivos de McLaren.
A pesar de los resultados decepcionantes, Stallard expresó admiración por la positividad y el profesionalismo de Ricciardo, subrayando la relación personal que tuvieron durante su tiempo juntos.
“Trabajar con Daniel fue genial porque es un tipo realmente encantador. Es una persona muy positiva con la que estar,» reflexionó Stallard. «Es bien sabido que no logramos lo que queríamos lograr con él en McLaren, pero eso se debió a las exigencias específicas de nuestro coche, no a ningún ‘mal hábito’ que haya adoptado.”
Las dificultades de Ricciardo se han visto aún más agravadas en 2024, ya que enfrenta otra temporada desafiante, habiendo sido reemplazado antes del Gran Premio de Estados Unidos tras haber logrado puntuar en solo tres de las 18 carreras de esta temporada. Mientras el futuro de su carrera en la Fórmula 1 sigue siendo incierto, el debate sobre su paso por McLaren continúa dividiendo opiniones en el paddock.