“Ha tardado más de lo esperado”, admite un alto funcionario israelí tras una impactante filtración de planes de ataque sensibles por parte de EE. UU. que obligó a Israel a retrasar su tan anticipada represalia contra Irán. La revelación explosiva, reportada por primera vez por The Times, ha dejado a Israel luchando por reformular su estrategia, con funcionarios preocupados de que incluso los detalles no nombrados en la filtración puedan ayudar a Irán a prepararse para el ataque.
Los documentos filtrados, compartidos en la aplicación Telegram, han puesto un obstáculo en los cuidadosamente trazados planes de Israel para un ataque de represalia contra Irán tras el masivo asalto de misiles balísticos de Teherán el 1 de octubre. Mientras Irán se prepara para la represalia, los funcionarios de defensa israelíes ahora deben «jugar a la guerra» un curso de acción alternativo. Pero una cosa es clara: el ataque de Israel se avecina—y cuando ocurra, el mundo verá el verdadero poder de su fuerza militar.
El Ministro de Defensa Yoav Gallant, dirigiéndose a los pilotos de la fuerza aérea, no dejó dudas: «Después de que ataquemos en Irán, todos entenderán lo que hicieron en el proceso de preparación y entrenamiento.» Irán, recién salido de su brutal ataque, que envió a los israelíes a refugios antiaéreos y sacudió las bases militares, espera nerviosamente el próximo movimiento de Israel. Con los crecientes lazos de Irán con Rusia complicando el panorama geopolítico, este retraso ha añadido tensión a una situación ya volátil.
No se trata solo de un enfrentamiento militar; es un juego de alto riesgo con consecuencias globales. ¿Entregará finalmente el plan de ataque reestructurado de Israel el golpe aplastante a la agresión de Irán, o ha dado la filtración a Teherán la ventaja? Solo el tiempo lo dirá—pero el reloj está corriendo.