En una cumbre crucial de BRICS, el presidente chino Xi Jinping, el primer ministro indio Narendra Modi y el presidente ruso Vladimir Putin mantuvieron discusiones dominadas por la guerra en Ucrania, señalando profundas divisiones incluso mientras buscaban promover la expansión del bloque. Reunidos en Kazán, Rusia, los líderes lucharon por equilibrar las ambiciones geopolíticas y la cooperación económica en el contexto de un conflicto global.
Putin abrió la cumbre destacando el interés de más de 30 países que buscan unirse a BRICS, pero enfatizó la necesidad de cautela para mantener la efectividad del grupo. Xi, a puerta cerrada, abordó la guerra en Ucrania con Putin, mientras que Modi instó públicamente a la paz, añadiendo complejidades diplomáticas.
A medida que BRICS—un bloque que ahora representa el 45% de la población mundial y el 35% de la economía global—debate su crecimiento futuro, la guerra en Ucrania se cierne sobre ellos. China y Brasil han impulsado propuestas de paz, aunque Ucrania los acusa de alinearse con Moscú. Se espera que el comunicado final de la cumbre toque estas propuestas controvertidas, resaltando la creciente brecha entre los esfuerzos de paz de Rusia y Ucrania.
Con líderes importantes como el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Sheikh Mohammed bin Zayed, y el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, asistiendo, la cumbre marcó un punto de inflexión en la evolución de BRICS, pero la sombra de la guerra y las tensiones geopolíticas persisten.