Kyle Larson expresó emociones mixtas en relación a su desempeño en Nashville. El piloto estrella de Hendrick Motorsports tenía grandes esperanzas de conquistar su cuarta victoria de la temporada. Sin embargo, una serie de incidentes en la segunda mitad de la carrera, que resultaron en cinco restarts en tiempo extra, lo dejaron decepcionado. Al final, terminó en octavo lugar, un resultado que no cumplió sus propios estándares.
Reflexionando sobre la carrera caótica, Larson reconoció la locura absoluta que se desarrolló. Destacó la escasez de combustible experimentada por varios autos, incluyendo su propio Chevrolet Camaro ZL1 No. 5 de HMS, como un factor contribuyente al caos.
Durante el tiempo extra, Larson estuvo involucrado en dos incidentes que causaron banderas amarillas. El primero ocurrió durante el primer restart, cuando hizo contacto con otro piloto, resultando en un accidente. El segundo incidente ocurrió cuando no pudo realizar una salida adecuada, golpeando al piloto en cuarto lugar detrás de él y arruinando su carrera.
Expandiendo sobre estos puntos, Larson explicó cómo inadvertidamente causó el accidente de Chastain al encontrarse en una situación difícil. Además, admitió que quedarse sin combustible llevó a otro accidente. A pesar de estos contratiempos, enfatizó que un restart exitoso al final ayudó a salvar un resultado positivo.
Mirando hacia adelante, el piloto de HMS tiene como objetivo recuperarse de las decepciones que enfrentó el domingo. Con siete semanas de carrera restantes antes de que comiencen los playoffs, Larson está ansioso por asegurar al menos una victoria más. Hacerlo lo posicionaría favorablemente para disputar el título del campeonato.