El rendimiento financiero de Aston Martin en 2024 pinta un cuadro desolador de un fabricante de automóviles de lujo en apuros, ya que la marca británica reporta una asombrosa pérdida antes de impuestos de $295 millones. Aston Martin ha gastado una cifra impresionante de $509 millones hasta ahora este año—promediando más de $1.8 millones por día—impulsado por una combinación tóxica de problemas en la cadena de suministro y una demanda decreciente en China.
El fabricante de automóviles de lujo recortó su pronóstico de producción en alrededor de 1,000 vehículos para 2024, anticipando ganancias más débiles en medio de la agitación económica en mercados clave. Hasta septiembre, Aston ha registrado una pérdida anual antes de impuestos de £228 millones ($295 millones), un gran revés para sus ambiciones de alcanzar el equilibrio en el flujo de caja para fin de año. Aston también vio que las cifras de entrega sufrieron un golpe, cayendo un 17 por ciento respecto al año pasado, entregando solo 3,639 unidades en los primeros nueve meses de 2024.
El SUV de lujo DBX, una vez la estrella de la línea de Aston Martin, ha visto caer sus ventas en un 52 por ciento, representando ahora solo el 30 por ciento de las ventas totales—una gran diferencia respecto al año pasado, cuando constituía más de la mitad de los ingresos de la compañía. En el lado positivo, las entregas de los coches deportivos emblemáticos de Aston, como el Vantage y el DB12, aumentaron un 16 por ciento, mientras que los modelos ultra-lujosos como el Valour y Valkyrie “Specials” experimentaron un notable aumento del 132 por ciento, aunque en volúmenes limitados.
Desde el punto de vista financiero, Aston Martin está contra reloj. La carga de deuda del fabricante de automóviles ha aumentado en un 50 por ciento, con préstamos netos que ahora totalizan £1.21 mil millones ($1.57 mil millones)—una cantidad que eclipsa el valor total de la empresa en aproximadamente un 40 por ciento.
A pesar de las aguas turbulentas, el CEO Adrian Hallmark se mantiene optimista, citando “una mejora en el rendimiento financiero y operativo en el tercer trimestre” como prueba de la resiliencia de la empresa. Él cree que Aston Martin está “en camino de cumplir con nuestra guía revisada para el año completo 2024,” atribuyendo los desafíos de la compañía a factores externos como interrupciones en el suministro y la economía lenta de China.
Con los objetivos de fin de año desvaneciéndose y la deuda aumentando, el próximo trimestre será una prueba decisiva para las credenciales de lujo de Aston Martin y su estrategia de supervivencia mientras lucha por recuperar su posición en el mercado de autos de alta gama.