A medida que aumentan las tensiones entre EE. UU. y China, Pekín ha hecho una escalofriante declaración: posee la tecnología de misiles capaz de hundir los portaaviones de la Marina de EE. UU. Esta afirmación resalta una creciente vulnerabilidad en la estrategia militar de América, que depende en gran medida de estos colosales buques para proyectar poder en la región Indo-Pacífico. El avanzado arsenal de misiles de China, incluidos los armas hipersónicas, está diseñado específicamente para neutralizar estos portaaviones, convirtiendo una ventaja tradicional de EE. UU. en una debilidad significativa.
Los analistas militares argumentan que EE. UU. debe repensar su estrategia de defensa. La abrumadora superioridad de misiles que posee China significa que la gran flota de superficie de América, especialmente sus portaaviones, podría ser un objetivo principal en cualquier conflicto sobre Taiwán o el Mar de China Meridional. EE. UU. necesita pivotar hacia el fortalecimiento de su flota de submarinos y desarrollar contramedidas ante la amenaza hipersónica. Los expertos también sugieren preparar a Taiwán para posibles tácticas de insurgencia en lugar de la guerra convencional.
EE. UU. ha sido consciente durante mucho tiempo de las crecientes capacidades militares de China, pero la falta de adaptación ha dejado al Pentágono aferrándose a sistemas obsoletos como los portaaviones, que podrían convertirse en pasivos en un conflicto futuro. El tiempo se está agotando para que Washington recalibre su postura de defensa en el Indo-Pacífico antes de que la potencia misilística de China haga que la dominancia de EE. UU. en la región sea obsoleta.