La batalla por el Trofeo Heisman está más candente que nunca, con las principales estrellas del fútbol americano universitario dejando todo en el campo. Mientras nuevas caras continúan surgiendo y haciendo su caso por un lugar en la carrera, nombres familiares como Jalen Milroe de Alabama y Travis Hunter de Colorado están llevando la antorcha de la excelencia clásica. Ambos jugadores han brillado en la temporada con actuaciones destacadas, pero la pregunta en la mente de todos es: ¿Quién sobrevivirá al otro en la búsqueda del codiciado trofeo?
Jalen Milroe ha sido nada menos que espectacular, acumulando un total de 18 touchdowns—tanto por aire como por tierra—mientras mantiene una eficiencia notable con solo una intercepción. Su dominio en el enfrentamiento entre Alabama y Georgia consolidó su estatus como un mariscal de campo de doble amenaza capaz de desmantelar defensas tanto desde dentro como fuera de la bolsa. La versatilidad del joven de 21 años ha hecho que los analistas estén entusiasmados, con los expertos de ESPN maravillándose por su actuación de 400 yardas y cuatro touchdowns contra Georgia, considerada ampliamente como la mejor defensa en el fútbol americano universitario.
Mientras tanto, Travis Hunter continúa siendo una fuerza en ambos lados del balón. La estrella de dos vías, bajo la dirección del entrenador en jefe Deion Sanders, ha sido un cambio de juego para Colorado, entregando consistentemente actuaciones de élite en ofensiva y defensiva. Sanders ha colmado de elogios a su jugador estrella, consolidando a Hunter como uno de los favoritos para el Heisman.
Si bien las estadísticas monstruosas de Milroe lo han hecho escalar posiciones, los analistas coinciden en que las esperanzas de Heisman del mariscal de campo dependerán de cómo se desempeñe en los juegos restantes de la temporada. La carrera está lejos de terminar, y con Hunter y Milroe empujándose mutuamente a nuevas alturas, los aficionados al fútbol americano universitario están a punto de disfrutar de un emocionante final de temporada.
Con cada semana que pasa, se hace evidente que ambos jugadores son capaces de llevarse el Heisman, pero solo el tiempo dirá quién puede mantener su impulso y reclamar el premio individual más prestigioso del fútbol americano universitario.