En una revelación sorprendente que está sacudiendo los mundos político y tecnológico, un nuevo informe de The Wall Street Journal afirma que Elon Musk ha estado en contacto encubierto con el presidente ruso Vladimir Putin desde finales de 2022. La revelación se produce en medio de la creciente implicación de Musk en la política de EE. UU. y la tecnología de defensa, levantando banderas rojas en Washington sobre posibles conflictos de interés y riesgos para la seguridad nacional.
Según fuentes de inteligencia de EE. UU. citadas en el informe, Musk y Putin han estado discutiendo varios temas hasta bien entrada este año, y se alega que Musk incluso ha recibido solicitudes del propio líder ruso. En una instancia, afirman las fuentes, Putin le pidió a Musk que se abstuviera de activar Starlink, su servicio de internet satelital, sobre Taiwán como un favor al presidente chino Xi Jinping—ilustrando el amplio alcance de la influencia de Musk en la política internacional y la maniobra diplomática.
El informe señala que los lazos de Musk con Putin coincidieron con su creciente crítica a la ayuda militar de EE. UU. a Ucrania y su visible apoyo a la campaña de 2024 del ex presidente Donald Trump. Como CEO de SpaceX y propietario de la plataforma de redes sociales X, Musk tiene una influencia significativa sobre la opinión pública, contratos gubernamentales de alto nivel e incluso inteligencia clasificada de EE. UU. Esta mezcla de influencia en defensa y medios coloca a Musk en una posición poderosa—y ahora altamente escrutada.
Starlink, la red de internet satelital de Musk, ha sido una herramienta vital en los esfuerzos bélicos de Ucrania desde que comenzó la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022. Inicialmente, Musk ofreció el servicio de forma gratuita para ayudar a las fuerzas ucranianas. Sin embargo, su postura cambió a medida que las relaciones entre Musk y los funcionarios ucranianos se volvieron tensas. A finales de 2022, Musk limitó las funciones militares de Starlink, restringiendo la capacidad de Ucrania para usarlo en el control de drones, una decisión que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y otros altos funcionarios de Kiev criticaron enérgicamente. A principios de 2024, la inteligencia militar ucraniana informó que las fuerzas rusas estaban utilizando la tecnología de Starlink en las líneas del frente.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, restó importancia a los contactos, afirmando que se limitaron a una sola llamada para discutir “tecnologías espaciales y del futuro.” Sin embargo, los funcionarios de la Casa Blanca expresaron su sorpresa ante las revelaciones, con algunas fuentes diciendo que no estaban al tanto de las comunicaciones de Musk con Moscú.
Musk aún no ha abordado las acusaciones, y su silencio solo ha amplificado la especulación. A medida que estas alegaciones encienden el debate sobre el papel y el poder de Musk, surgen preguntas: ¿Qué consecuencias tendrán sus comunicaciones con Putin en la política estadounidense, y hasta dónde se extiende realmente la influencia de Musk sobre la política exterior?