Jake Hughes alcanzó su primer podio en la Fórmula E en Shanghai, lo cual fue una validación de su talento que había esperado por mucho tiempo. A lo largo de su segunda temporada en la Fórmula E, Hughes mostró destellos de su potencial, pero desafortunados incidentes le impidieron obtener los resultados que merece. Uno de estos incidentes ocurrió en Berlín, donde se encontraba en una posición prometedora antes de que un contacto con otro auto arruinara sus posibilidades. Sin embargo, hubo carreras en las que todo encajó para Hughes, como Misano y Shanghai, donde demostró su velocidad y habilidad.
Después de reflexionar sobre su desempeño en Shanghai, Hughes se dio cuenta de que necesitaba adoptar un enfoque más agresivo en las carreras en grupo. Consultó a su ingeniero y recibió información valiosa de su padre, lo cual lo ayudó a cambiar su mentalidad. Este cambio de enfoque dio resultados en la segunda carrera en Shanghai, donde Hughes se sintió como un piloto diferente al volante.
La carrera de la temporada pasada en Portland destacó el impresionante rendimiento de los autos con motor Nissan. A pesar de clasificar bien, Hughes aprendió una valiosa lección sobre la naturaleza caótica de las carreras en grupo. Incidentes similares ocurrieron en esta temporada en Berlín y en la primera carrera en Shanghai, pero Hughes cree que ahora tiene el equilibrio adecuado entre agresividad y posición del auto para destacar en estas carreras. La próxima carrera en Portland, un circuito menos sensible a la tracción, presenta una oportunidad para que Hughes desafíe a los candidatos al título y sorprenda a todos.
Portland es crucial para Hughes y su equipo, ya que puede ser su última oportunidad de lograr un resultado significativo en esta temporada. Aunque las características sensibles a la tracción de Londres pueden no favorecerlos, Hughes permanece optimista en cuanto a su crecimiento personal y capacidad para navegar con éxito en las carreras en grupo. Él enfatiza la importancia de permanecer adelante o atrás para ahorrar energía y evitar situaciones peligrosas.
Fuera de las carreras, Hughes ha tenido unos meses agitados, celebrando su 30º cumpleaños, pidiéndole matrimonio a su novia y presenciando a su equipo de fútbol favorito, Aston Villa, clasificarse para la Liga de Campeones. Las negociaciones de contrato también están en marcha, y Hughes reconoce que su fuerte desempeño en Shanghái ocurrió en el momento perfecto. Aunque las discusiones con McLaren están en curso, Hughes está abierto a explorar otras opciones que puedan surgir.
La posición actual de Hughes en su carrera es un testimonio de su perseverancia y determinación. Después de años luchando por asegurar programas de carreras, ha desarrollado un carácter fuerte que lo convertirá en un piloto consistente y profesional, al igual que su compañero de equipo Sam Bird. Hughes tiene el potencial para seguir un camino similar al de Bird, ya sea con un gran fabricante o permaneciendo con el equipo que le gusta.
En última instancia, el futuro de Hughes está en sus propias manos y está listo para dar el próximo paso en su carrera. Las discusiones con McLaren continuarán y él se mantiene optimista en cuanto al resultado.