A medida que Donald Trump intensifica su retórica de campaña antes de las elecciones de 2024, su lenguaje peligroso y mentiras están avivando las llamas del odio que podrían poner en riesgo las vidas de las personas LGBTQ+. En un mitin reciente, Trump afirmó que los demócratas estaban intentando matarlo, alimentando aún más la peligrosa división en el país. Sus comentarios inflamatorios, junto con los de su familia y aliados, están incitando a la violencia y proporcionando luz verde a los extremistas para atacar a las comunidades marginadas, incluida la población LGBTQ+.
Trump se ha alineado durante mucho tiempo con nacionalistas cristianos que han utilizado sus creencias religiosas para justificar la discriminación contra las personas LGBTQ+. Al enmarcar las guerras culturales como una batalla entre «el bien y el mal», Trump está dando voz a los extremistas de la extrema derecha que desean ver la eliminación de los derechos LGBTQ+. Su retórica no se trata solo de obtener poder político; se trata de encender el tipo de odio que pone vidas en peligro.
Para los activistas LGBTQ+, el comportamiento de Trump es un recordatorio de una era más oscura, reminiscentes de la cruzada de su mentor Roy Cohn en la década de 1950 que vilipendió tanto a comunistas como a homosexuales. Avancemos hasta 2024, y los ataques de Trump contra la comunidad LGBTQ+ han empoderado a grupos de odio e individuos que están listos para actuar según sus peores impulsos.
Con los jóvenes LGBTQ+ ya enfrentando niveles sin precedentes de discriminación y desafíos de salud mental, los ataques obsesivos de Trump podrían tener consecuencias mortales. Su enfoque en provocar odio, incluso contra las personas LGBTQ+, se produce en un momento en que los extremistas se sienten más empoderados que nunca, una realidad que la Vicepresidenta Kamala Harris ha reconocido, afirmando: “Los miembros de la comunidad LGBTQ no se sienten seguros en este momento.”
Las palabras de Trump no son solo política; son una amenaza directa a la seguridad y el bienestar de los estadounidenses LGBTQ+. A medida que su campaña avanza, la pregunta persiste: ¿cuánto más daño causará su obsesión con el odio antes de que se haga algo para detenerlo?