Imagina esto: estás conduciendo, haces un cambio de carril brusco y, de repente, tu coche emite una advertencia, alerta a los vehículos cercanos o, lo que es peor, te quita el control. Esto no es ciencia ficción; es la visión delineada en una patente de Waymo recién publicada que propone monitorear el comportamiento del conductor y actuar cuando las cosas se ponen complicadas.
En una era donde los coches ya están equipados con tecnología de asistencia al conductor que rastrea todo, desde la velocidad hasta los hábitos de frenado, la patente de Waymo lleva esto un paso más allá. El software propuesto evaluaría continuamente tu conducción para identificar comportamientos “anómalos”, tomando decisiones en el momento sobre si eres un conductor responsable o si necesitas un empujón (o una intervención).
Aquí está la verdadera sorpresa: este sistema no solo juzgaría tus acciones; reaccionaría. Si tiendes a hacer cambios de carril repentinos sin señalizar, prepárate para advertencias visuales o auditivas. Si eso no es suficiente, el software podría alertar a otros coches cercanos sobre tu comportamiento errático. Y en el caso más extremo, el coche podría simplemente tomar el control.
Esto no se trata solo de reprimir la conducción imprudente, sin embargo. La patente también sugiere un sistema que aprende tu estilo de conducción con el tiempo. Imagina que se adapta a tus peculiaridades, monitorea cambios sutiles y potencialmente te alerta si comienzas a desviarte de maneras que no son típicas para ti—quizás incluso reconociendo signos tempranos de fatiga o deterioro.
Por supuesto, con Google detrás de Waymo, las preocupaciones sobre la privacidad de los datos están en el centro de la atención. Aunque la patente no menciona explícitamente la recopilación de datos para la reventa o fines de desarrollo, las revelaciones recientes sobre los fabricantes de automóviles utilizando datos de conducción para diversos propósitos plantean interrogantes. ¿Podría Google tener motivaciones similares?
Por ahora, esta patente se trata más de asegurar una idea que de un lanzamiento inmediato; después de todo, la legalidad de quitar el control a los conductores plantea suficientes señales de alerta como para retrasar dicha tecnología durante años. Pero en un futuro no tan lejano, tu coche podría efectivamente llamarte la atención por un mal comportamiento, te guste o no.