29 de octubre de 2024
A medida que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se prepara para su segundo mandato, su nuevo equipo de comisionados deja claro una cosa: China puede esperar una relación difícil con la UE durante los próximos cinco años. Desde desequilibrios comerciales hasta alianzas militares, las políticas de Pekín están bajo un escrutinio creciente, lo que señala una era de relaciones más tensas entre la UE y China.
Un Cambio Estratégico: No Más Lenguaje de “Socio” sobre China
Kaja Kallas, ex primera ministra de Estonia y nueva jefa de política exterior de la UE, está lista para cambiar la postura anterior de la UE que etiquetaba a China como “socio” y “rival sistémico”. Este cambio subraya el descontento de la UE con los lazos de China con Moscú, especialmente dado que Pekín ha sido un apoyo clave para la economía rusa desde la invasión de Ucrania en 2022. “Mi prioridad al interactuar con China será salvaguardar la seguridad geopolítica y económica de la UE”, declaró Kallas, llamando a China un “rival sistémico” y omitiendo cualquier noción de asociación.
Esta señal clara de que Europa priorizará la rivalidad sobre la cooperación se alinea con la postura dura de Washington. Si Donald Trump retoma la presidencia de EE. UU., Pekín podría encontrarse atrapado en un frente occidental aún más estrecho.
Comercio y Aranceles: La UE Considera una Línea Dura Contra las Importaciones Chinas
Las preocupaciones sobre los desequilibrios económicos están en el centro de la atención del comisionado de comercio de la UE, Maroš Šefčovič, quien se ha comprometido a aumentar la «caja de herramientas» de Europa contra la economía respaldada por el estado de China y a abordar el exceso de oferta de bienes de China que perjudica a los mercados europeos. La postura de Šefčovič se refuerza con nuevas propuestas del comisionado de clima Wopke Hoekstra, quien apoya los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos, que dice que “asegurará un campo de juego nivelado”.
Sorprendentemente, la nueva comisionada de transiciones verdes de España, Teresa Ribera, también apoyó los aranceles, a pesar de la anterior vacilación de España. Ribera ha argumentado que los aranceles están “fundamentados en hechos sólidos” y ha advertido que Europa necesita una “discusión estratégica más amplia” sobre el futuro de su industria automotriz, una discusión que podría impactar la dominación de China en la producción de vehículos eléctricos.
Desafío de la «Franja y la Ruta»: La UE observa contramedidas en naciones en desarrollo
Jozef Síkela, el comisionado encargado de liderar la respuesta de la UE a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, se ha comprometido a revitalizar el propio proyecto Global Gateway de la UE, que busca rivalizar con los proyectos de infraestructura de China en África y América Latina. Síkela se centra en exponer los riesgos potenciales de deuda en los proyectos de China, que han atrapado a varios países de bajos ingresos en préstamos insostenibles.
Síkela cree que la oferta de la UE a las naciones en desarrollo es más fuerte, pero señala que los esfuerzos de relaciones públicas de China han dado a Pekín una ventaja. “Debemos asegurarnos de que el mundo sepa que la oferta de Europa es una mejor opción”, dijo, pidiendo una campaña mediática estratégica para contrarrestar el mensaje de China en las economías emergentes.
Nuevos Desafíos en la Cooperación Climática
Mientras la UE ha visto el cambio climático como un terreno común con China, el compromiso de Pekín con el uso del carbón y sus fuertes subsidios a los vehículos eléctricos exportados están llevando esa relación al límite. Hoekstra advierte que la dependencia de las importaciones de tecnología verde china ha dejado a Europa vulnerable, y apoya el desarrollo de una base de producción local más sólida para contrarrestar la influencia china.
Con esta postura, la UE se está preparando para abordar un dilema creciente: equilibrar la cooperación climática con la independencia económica de China.
Futuro de las Relaciones UE-China: Un Camino Tenso por Delante
Este nuevo grupo de liderazgo de la UE marca un cambio significativo en la postura de Europa hacia China, rompiendo con su enfoque anterior de equilibrar la cooperación con la rivalidad. Las políticas de Pekín—especialmente su apoyo a Rusia y la expansión económica—están obligando a la UE a reevaluar su estrategia, una postura que podría acercar a Europa al enfoque duro de Washington.
A medida que estos comisionados se preparan para asumir el cargo, Bruselas está advirtiendo a Pekín: los próximos cinco años serán todo menos un negocio como de costumbre.