El miembro del Salón de la Fama de NASCAR, Tony Stewart, se retira del deporte en lo que podría ser una de las salidas más sísmicas en la historia de NASCAR, justo cuando se avecina una tormenta legal entre 23XI Racing, Front Row Motorsports y NASCAR mismo.
Con la temporada 2024 ya marcando una era de agitación, Stewart—copropietario de la icónica y campeona Stewart-Haas Racing (SHR)—ha anunciado que es su momento de irse. Su decisión llega en un momento en que SHR enfrenta una crisis financiera que lleva a su eventual cierre, un giro sorprendente para un equipo que alguna vez dominó el deporte. Stewart habló de manera franca en un reciente podcast de Happy Hour con un ex piloto, explicando que el creciente lío legal y financiero en NASCAR es algo de lo que ya no quiere ser parte.
“Esto no es lo que firmé,” comentó Stewart, señalando la explosiva demanda de 23XI Racing y Front Row Motorsports que acusa a NASCAR de prácticas monopolísticas. Como lo expresó el veterano corredor, el conflicto en curso marca un «cambio drástico» en el panorama del deporte, uno que no está dispuesto a navegar. “Este es el momento adecuado… a medida que ha ido avanzando este año, se ha vuelto muy claro que este es el momento adecuado para que yo me retire.”
Para Stewart, la decisión no estaba en su “plan maestro,” pero ve la realidad que se avecina. Admitió sentirse desilusionado con la dirección que está tomando NASCAR. La crítica sin filtros de Stewart resuena ya que la caída de SHR ahora se ve como una víctima en una lucha más grande por el futuro de NASCAR.
“Simplemente ya no es el deporte que amaba,” explicó Stewart. “He corrido en todo tipo de series diferentes, y ahora estoy feliz haciendo otras cosas.” Su enfoque se ha desplazado hacia actividades fuera de NASCAR, y con una familia en crecimiento, Stewart ha abrazado un nuevo capítulo alejado del circuito lleno de controversias.
A medida que SHR llega a su fin, el legado que deja Stewart es monumental pero agridulce. Una vez un titán de las carreras, el inminente cierre de SHR se erige como un símbolo claro de los tiempos turbulentos de NASCAR. Si Stewart alguna vez regresará como propietario sigue siendo una pregunta abierta, pero por ahora, el campeón de NASCAR en tres ocasiones se aleja.
En un deporte que enfrenta una turbulencia legal y financiera sin precedentes, la partida de Tony Stewart podría ser un presagio de cambios más drásticos por venir.