Una victoria inminente de Trump en las elecciones de EE. UU. podría arrojar a la frágil coalición de tres partidos de Alemania un salvavidas muy necesario. El gobierno del canciller Olaf Scholz está al borde del colapso, luchando contra el caos presupuestario y profundas divisiones ideológicas. Pero si Donald Trump triunfa, el cálculo político podría cambiar drásticamente, obligando a los líderes alemanes a unirse por la estabilidad.
Con cuestiones explosivas como la reforma de pensiones y un enorme déficit presupuestario amenazando con desmantelar la coalición de Scholz, las tensiones entre los Socialdemócratas, los Verdes y los Demócratas Libres son más altas que nunca. Algunos incluso han amenazado abiertamente con romper la alianza. Sin embargo, una victoria de Trump podría asustar a los políticos alemanes para que se mantengan unidos, temiendo la inestabilidad que un EE. UU. liderado por Trump desataría en Europa.
“Si Trump gana, enviará ondas de choque a través de la escena política de Alemania”, advirtió el legislador del SPD Ralf Stegner. Los Demócratas Libres, a menudo vistos como los más propensos a abandonar el barco, también están mostrando signos de reconsiderar su salida. “No podemos permitirnos nuevas elecciones si la situación política global se vuelve más volátil bajo Trump”, admitió Reinhard Houben del FDP.
Sin embargo, incluso con la presión inducida por Trump para permanecer unidos, la coalición enfrenta «fendas insalvables» sobre cuestiones críticas como el presupuesto federal y la reforma de pensiones. Si Kamala Harris gana en su lugar, todas las apuestas están fuera, y el tambaleante gobierno de Alemania podría una vez más estar a la greña, acelerando su colapso. Una cosa está clara: las elecciones de EE. UU. en noviembre podrían determinar el destino del futuro político de Alemania.